Festejando a las Madres en su Día  

 

El día 11 de mayo del 2012, la comunidad del D. F. de México, desde temprano nos pusimos en acción para llevar a cabo los preparativos de la celebración del día de las madres, que por lo general aquí se celebra el 10 de mayo, en “Las Vías”, lugar de apostolado de hace ya varios años, donde ayudamos a familias de escasos recursos, proyecto acerca del que ustedes ya han tenido la oportunidad de leer gracias a nuestras hermanas y postulantes que han escrito por este medio. 

 

Decidimos prepararles un rico y delicioso pozole, plato típico hecho a base de granos de maíz pre-cocido, carne (ya sea de puerco o pollo) y como no falta para ningún mexicano “el chile”, que en algunos Estados es la base del caldo; claro ya licuado y colado, acompañado de tostadas con crema de leche, lechuga picada rábanos y orégano.

 

Este rico platillo lo preparamos  con ayuda de varias mamás en las vías, expertas en el caso, compartiendo, riendo, colocando sillas, mesas y poniendo sombra con varios palos, lazos, sábanas y piedras. Para nosotras fue especial sentir esa ayuda y unión con nuestros hermanos de las vías. Unidos logramos nuestro objetivo.  

 

Fueron llegando las festejadas, las atendimos con gusto y mientras platicábamos ellas degustaban el delicioso pozole; de vez en cuando dábamos algunas vueltas por las demás casas visitando e invitando a las mamás que hacían falta; algunas mamás no iban por pena, nosotros las animábamos y se acercaban; otras tenían razones familiares para no participar, sin embargo es importante invitar, hacer la unión donde hay división, claro que no es fácil pero se logro algo.

 

Después de la comida realizamos una rifa. Las mamás animadas recibían sus regalos y su abrazo, los niños nos ayudaban a sacar el número ganador, y ninguna mamá se fue sin regalo, como decimos aquí: “sencillo pero bonito”. Agradecidas se marcharon a sus humildes hogares.

Damos gracias a Dios por esta experiencia nueva que nos regala. Felicitamos a todas las mamás que día a día luchan y se entregan incondicionalmente con Amor generoso a su misión.

Desde México les escribe:

Rocío Coroy Díaz Postulante MAR

 

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