SECRETARIADO DE IGLESIA LOCAL

PRINCIPIOS

            Nuestro ser misionero nos anima e impulsa personal y comunitariamente al anuncio explícito de Cristo (CC 79).

            Nuestro carácter misionero nos exige una total disponibilidad de nuestra persona a fin de procurar que la Iglesia muestre cada día mejor a Cristo entre fieles e infieles, anunciando su mensaje de salvación y repartiendo su bondad y sus consuelos a las gentes más necesitadas (CC 4).

            La fuente de nuestro dinamismo misionero es la unión vital con Cristo en la oración, la vivencia comunitaria de todo nuestro ser y las necesidades que descubrimos en la realidad concreta. María, por su unión con Cristo, es modelo necesario de nuestra espiritualidad y acción misionera (CC 77).

            Como comunidad misionera somos signo de unidad y nos hacemos responsables de manifestar a todos los cristianos este testimonio, siendo así fuente de evangelización para todos los hombres (CC 78).

CLAVE DE VIDA

            Evangelizar a los pueblos o grupos humanos que, no creen en Cristo y en aquellos lugares donde aún no se ha enraizado la iglesia, y en donde necesita fortalecerse, con el fin de establecer comunidades cristianas autóctonas e iglesias locales dotadas de energía propia (CC. 9 a.b).