La congregación con el deseo de responder al llamado de la Iglesia y a los signos de los tiempos, de aunar esfuerzos con los seglares en orden a la misión de la Iglesia, para hacer presente en el mundo los valores del Evangelio cuenta con los grupos FRAMAR.  

Los grupos de espiritualidad mar, (framar) son una agrupación fraterna de cristianos que, impulsados por el Espíritu Santo a la perfección de la caridad, se comprometen a vivir el evangelio en participación e intercambio de dones con la congregación de Misioneras Agustinas Recoletas, en su condición propia de seglares. 

Por su participación en nuestro carisma, los miembros de framar entran a formar parte de nuestra familia religiosa y participan  de  su  espiritualidad  específicamente misionera, de donde se derivan compromisos mutuos. La congregación mar les ofrece acogida, el apoyo de la comunidad, en la que encuentren estímulo para vivir la caridad, la vida espiritual, la fraternidad, la comunión en profundidad y la participación en iniciativas y acciones misioneras. Además los elementos indispensables para una formación cristiana y misionera, sólida y adecuada a su condición y estado.

Por su parte los miembros de Framar, conservando siempre su identidad secular, (cf. cFL 15) aportan a la Iglesia, a la congregación y a la sociedad, la vivencia cristiana de su vocación específica, su testimonio de vida de oración basada en la perenne necesidad del Señor, la vida en grupo y fe compartida, cultivo de los valores humanos, cordialidad, confianza, sinceridad y amistad que originan fraternidad; audacia misionera y humilde disponibilidad para el servicio a los hermanos, especialmente a los más necesitados, en cercanía fraterna a las mar. Se comprometen a asumir los criterios de formación que la congregación les proporciona.

Esta formación se desarrolla en las siguientes fases:

Primera fase o de discernimiento:

Toda-o candidata-o en primera fase de formación es acompañada-o personalmente por una hermana mar. Cuando la acompañante lo considera oportuno la-el candidata-o entra en la segunda fase de formación, siendo presentada-o al grupo por la hermana asesora del mismo. El paso a la segunda fase presupone la  disponibilidad de la-el candidata-o a incorporarse a la vida del grupo con todas sus implicaciones.

Segunda fase o de identificación:

Durante esta fase participa en los encuentros de formación y las reuniones de su grupo; también a las de nivel general. La duración mínima de esta fase es de dos años, que puede variar de acuerdo al proceso personal de la-el candidata-o. Al final de esta fase la-el candidata-o hace un compromiso concreto, aceptado por el grupo.

Tercera fase o de formacion especifica:

Cuando se da el caso de formación de un equipo que va a partir a una misión específica, o a realizar un trabajo apostólico especial, se tendrá una preparación adecuada.

Estos grupos surgen generalmente cercanos a nuestras comunidades y con ellas van caminando en la fe y en el compromiso cristiano sin desvincularse de sus parroquias y asumiendo muchos de ellos compromisos comunitarios a favor de la vida, además de las actividades que cada uno de los miembros realiza.

Al frente de cada grupo hay un coordinador, que puede ser una hermana de la congregación o algún laico. La permanencia de los grupos, algunos por más de  15 años nos habla de la acción del Espíritu en sus miembros y de la disposición de los coordinadores para animar e impulsar nuestro carisma y ponerlo al servicio del Reino.

Periódicamente se reúnen para compartir la formación en aspectos propios del carisma, para apoyar actividades propias de las comunidades locales y para proyectar su acción misionera.