Desde que llego en Cuba el COVID-19, el 24 de marzo de este año, el gobierno cubano empezó a tomar las medidas para que éste no avanzara. La Iglesia seguió ayudando al pueblo en la orientación de esas medidas. Por eso, el comedor de la Parroquia «Nuestra Señora de la Candelaria», en Morón, suspendió la atención a los que de él se servían.

Ya que los que preparan los alimentos y los que vienen por ellos son personas mayores. Como la situación continuaba y sin saber cuándo se termina, el gobierno vendió a la población una canasta con material de aseo y algo de alimento en un valor de cien peso (moneda nacional) por familia.

A partir de eso, se les entregó a las familias que acuden al comedor los cien peso. Ellos tenían que ir a sus respectivas tiendas con la libreta, pues, venía por la cuota. En el mes de junio con la disminución de los casos del COVID-19, el gobierno liberó algunos servicios y ya las Iglesias podrían empezar algunas actividades siguiendo las medidas de prevención. Por lo tanto, el comedor empezó a funcionar el día 27 de junio, cabe destacar que la mayor dificultad está en encontrar los alimentos para comprar, pues, ya empieza la escasez.