Queridos lectores,

Hoy iniciamos el mes misionero y recordamos a Santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones. Unidas con la Iglesia celebramos con alegría esta memoria, pues somos Misioneras, nacemos para la misión y somos invitadas a estar siempre en salida y al encuentro de nuestros hermanos.

Acogemos en nuestro corazón el mensaje del Papa Francisco para el DOMUND 2020: «La misión en tiempos de pandemia» y con el lema de la jornada: «Aquí estoy, envíame» damos apertura al mes misionero, ¡Vivámoslo en reflexión, con oración y compromiso misionero! 

La misión es una respuesta libre y consciente a la llamada de Dios, pero podemos percibirla sólo cuando vivimos una relación personal de amor con Jesús vivo en su Iglesia. Preguntémonos: ¿Estamos listos para recibir la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, para escuchar la llamada a la misión, tanto en la vía del matrimonio como de la virginidad consagrada o del sacerdocio ordenado, como también en la vida ordinaria de todos los días? ¿Estamos dispuestos a ser enviados a cualquier lugar para dar testimonio de nuestra fe en Dios, Padre misericordioso, para proclamar el Evangelio de salvación de Jesucristo, para compartir la vida divina del Espíritu Santo en la edificación de la Iglesia? ¿Estamos prontos, como María, Madre de Jesús, para ponernos al servicio de la voluntad de Dios sin condiciones? Esta disponibilidad interior es muy importante para poder responder a Dios: ‘Aquí estoy, Señor, mándame’. Y todo esto no en abstracto, sino en el hoy de la Iglesia y de la historia.