El día domingo 17 de octubre celebramos el cumpleaños número 95 de la hermana Margarita Beatriz Rojas. Comenzamos con la celebración de la Eucaristía, y después con un almuerzo lleno de fraternidad y alegría.

La “monjita” como le llama cariñosamente su familia disfrutaba con todo. En cada momento de su festejo se veía sonriente, escuchaba los mensajes de felicitación que le enviaban las personas que no pudieron acompañarla presencialmente ese día y agradecía cada uno de ellos; era la más animada de la fiesta, sobre todo al partir su torta y al pegarle a la piñata que su familia preparó llena de caramelos.

Celebrar la vida de las hermanas y sobre todo de las hermanas mayores es celebrar una vida de entrega al Señor, de servicio, de oración, de amor a Dios y a los hermanos; son vidas llenas de testimonios en donde se puede ver como el Espíritu Santo obra en los corazones dóciles.

Al conversar con las hermanas mayores y escuchar sobre sus vivencias, algunas graciosas, otras difíciles, pero todas vividas por amor a Dios, en el corazón queda la seguridad de que verdaderamente vale la pena seguir al Señor.

María Gisela Sánchez López, Novicia MAR