En esta ocasión quiero compartir con ustedes una experiencia de amor que ha cambiado mi vida.
Desde niña había escuchado de Jesús, pero encontrarme con él cambió mi vida. A partir de entonces me hice la pregunta ¿Qué quiere Jesús de mí? Está inquietud me ha llevado a vivir una aventura de seguimiento, de búsqueda de darle sentido a los acontecimientos vividos en el pasado y darme cuenta que Jesús siempre ha estado caminando a mi lado esperando que yo le abriera el corazón y lo dejara entrar a mi vida.
Con la ayuda de la hermana Sandra Maldonado, Misionera Agustina Recoleta, quién me acompañó en el proceso de discernimiento Vocacional, pude ir aclarando esta inquietud. Ahora me encuentro en formación como aspirante MAR. Ha sido un proceso significativo conocer el estilo de vida: Misión, pastoral, el carisma; lo que significa ser recoletas, la espiritualidad Agustiniana. Es una experiencia que ha ido marcando mi etapa de formación en la Congregación MAR, y sobre todo me ha ayudado en mi crecimiento espiritual y en el seguimiento de Jesús a través del prójimo.
Dios no necesita del hombre para llevar a cabo sus planes, pero el hombre no puede prescindir de Dios, y Dios quiere contar con cada uno de nosotros, no importando donde o lo que hagamos, siempre y cuando seamos sinceros y actuemos con amor.
En la congregación MAR he encontrado una familia fraterna con una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios, en la que todas buscamos lo mismo la extensión del reino de Dios y salir al encuentro del hermano. Ha sido para mí una experiencia única que ha enriqueciendo mi amistad con Jesús y mi anhelo de servirlo en los más necesitados bajo la voluntad de Dios y de la intercesión de nuestra Madre la virgen María.
Edna Saquic
Aspirante MAR