«¡Todo con misión, nada sin misión!»

Con esta frase concluyó enfáticamente el himno del IV Congreso Nacional Misionero y hoy la uso para reafirmar que en la misión se apuesta todo o se apuesta nada, se requiere entrega y donación. La misión también es pasión, una pasión que hace arder el corazón y que nos lleva a caminar, y el itinerario misionero está marcado por mucha emoción.

Hoy los misioneros experimentan profundamente la emoción que la misión trae a nuestro corazón. Nuestra gente, como siempre, con su sencillez y humildad, nos sorprende con su forma sencilla y cautivadora, que llena el ambiente de alegría. La misión es mostrar nuevos caminos a seguir en los días del mañana. Si el corazón no arde, los pies no caminan.

Déjales que te conozcan. Juan 17: 3

Cuando me dejo tocar por la belleza de la cultura ajena, ya no me siento un extraño, sino un hermano, hijo del mismo polvo que nos formó y modelado por las mismas manos que nos crearon.

 «Misión es salir, caminar, dejar todo, dejarse a uno mismo, romper la costra del egoísmo que nos cierra en nuestro «yo». Es dejar de dar la vuelta. Sobre todo, es abrirse a los demás como hermanos, descubrirlos y encontrarlos. Y si, para descubrirlos y encontrarlos, es necesario cruzar los mares y volar allí en los cielos, ¡entonces la misión es partir hacia los confines del mundo! » (Dom Hélder Câmara)

Camila Souza da Silva

Postulante MAR