Una pequeña obra de teatro, en honor a nuestra Madre Esperanza Ayerbe de la cruz, se llevó a cabo en la cancha del colegio ante la presencia de los estudiantes de preescolar, primaria, docentes y algunos representantes.

Previo a la celebración de los “60 años” de fundado nuestro colegio, varias comisiones surgieron de entre los profesores y maestras quienes ayudarían a darle colorido a la fiesta. Con ello nació la idea de crear el CENTRO DE FAMILIAS MADRE ESPERANZA”, como soporte espiritual para nuestros representantes y de acompañamiento a las familias que presentan intereses comunes, sustentando los valores del Evangelio para una mejor convivencia humano- cristiana.

Al revisar algunos escritos de las hermanas, me llamó la atención que aparecía la frase dirigida a Madre Esperanza “Un surco de fe”.  Al presentarla al equipo organizador les pareció que encajaba para la obra, pues la verdad que, en el surco de china que abrió la Madre Esperanza con mucha fe, el granito de mostaza ha dado su fruto y una de las ramas agustinianas, representada en las MAR, se ha extendido por los diferentes rincones del mundo llevando el mensaje del Reino a aquellas personas que aún no conocen a Jesús.

La obra en sí se llamó: “MADRE ESPERANZA, UN SURCO DE FE”. ¿Quiénes fueron los autores de la obra? Los representantes de nuestros estudiantes.

Después de varias reuniones con el equipo organizador, integrado por la orientadora Carmen Fuenmayor, la profesora Marta Lücker y mi persona, llegamos, a un consenso con los representantes para darle forma al naciente centro familiar, que se llamaría, “Madre Esperanza”, como gratitud a su presencia en los inicios del colegio ayudando en las actividades pro-fondos, que se hacían para pagar el terreno, que hoy ocupan los dos edificios del colegio. Y, sobre todo, porque hoy podemos contar con una gran intercesora al ser elevada por el Papa Francisco como “VENERABLE” habiendo reconocido todas las virtudes que en vida practicaba.

Todo esto entusiasmó a los presentes y se ofrecieron para darla a conocer a través del teatro.

La obra de teatro, estuvo adaptada al tiempo, donde los personajes, se destacaron representando su papel de lo que significaba cada uno, al momento de actuar; destacándose sobremanera, el personaje de Madre Esperanza, al mostrar a los presentes el crucifijo, quedando grabado en cada niño (a) esa frase que la identifica: “MI ÚNICO AMOR”.

Para culminar, rezamos la oración, pidiendo al Señor le conceda el milagro que la eleve a los altares para formar parte de los santos de la iglesia católica.

Madre Esperanza, es un ejemplo de entrega y fidelidad ante el llamado de Dios y sobre todo una mujer valiente con mirada hacia el futuro, rompiendo la rutina para abrirse a nuevos paradigmas, donde se vislumbraba la voluntad de Dios, y, que, sin ella, tenerlo claro se estaba gestando un nuevo carisma en la iglesia, siendo un gran instrumento escogido por Dios, para que, con su sí, como María, diera a luz nuestra Congregación MAR.

Dios sigue llamando a muchas jóvenes, a descubrir su lugar en el mundo y en la iglesia, y es la invitación, que se nos hace, a todas las Misioneras Agustinas Recoletas en este año vocacional.

Agradecemos a todos los que hicieron posible la creación y ejecución de esta obra que ha despertado en los integrantes del Colegio Santa Rita, la devoción y el interés por conocer a Madre Esperanza.

“Solo a Dios el Honor y la Gloria”

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