Hola hermanit@ en Cristo, soy Jasmeiry, de República Dominicana, postulante M.A.R. En esta ocasión deseo contarte mi experiencia en el Instituto Interreligioso de Formación de México (INTER).

Antes que nada, quisiera confesar que es la primera vez que estudio en un Interreligioso, honestamente no había tenido la oportunidad de conocer un instituto donde las materias que se estudian son para ayudar en la formación de personas que quieren consagrar su vida al Señor.

En un principio, yo solo asistía a clases como oyente, aún no tenía responsabilidades de alumna como mis hermanas que ya estaban inscritas. El primer día me sentí extraña, asombrada y como un “bichito raro”, ya que no conocía absolutamente a nadie, salvo a mis hermanas de comunidad. Estaba finalizando el semestre así que poco entendía los temas de los que hablaban los maestros. Poco a poco iba conociendo nuevas congregaciones y carismas, eso me hizo pensar que en la viña del Señor hay uvas de todos los colores y sabores, y que, a pesar de ciertas diferencias incluso culturales, se puede crear un ambiente fraterno. Ya terminando el semestre tenía nuevas amistades y conocía a algunos del personal administrativo, personas maravillosas que llevan años prestando su servicio a la formación de los futuros consagrados de la Iglesia.

El 17 de agosto inicié las clases en el INTER, y esta vez no como oyente sino como una estudiante a la que calificarían. He tenido que retomar el ritmo de los estudios pues desde que terminé la preparatoria no había tenido esta responsabilidad de entregar trabajos, estudiar para un examen, investigar, etc. ¡Todo un regreso a clases!

Me ha gustado retomar esta postura de estudiante, a pesar de que las materias son nuevas para mí, no se me está haciendo tan complicado, al contrario, estoy adquiriendo nuevos conocimientos y también trabajando la parte humana.

Los maestros son muy buenos explicando, pacientes y simpáticos, hacen de las clases horas muy amenas.

No solo se trata de estudios también de aprender a relacionarme y abrirme a conocer otras hermanas que comparten conmigo todo lo que tienen, su carisma, solidaridad, sus alegrías, penas y lo más bonito: sus historias con Jesús.

Se me ha hecho un semestre muy bonito, con sus altibajos, como todo estudiante, pero bendecida y agradecida con el Señor por permitirme conocer personas que reflejan su amor y porque me da la dicha de fortalecer mi vocación a través de los estudios. Este regreso a clases ha sido un ¡AHÍ VOY JESÚS!                              

Si ÉL no fuera nuestro centro, nuestro horizonte, nuestra meta a seguir, no estuviéramos reunidas en un Interreligioso obteniendo saberes y de una u otra manera dándonos nosotras mismas.

 

JASMEIRY DE LA CRUZ O., Postulante MAR

 

{gallery}dregreso, limit=0,random=1,width=200,height=100,gap_h=20,gap_v=20,displayarticle=1{/gallery}