Día 1:  Misión

“Para seguir contribuyendo en la construcción del reino de Dios necesitamos potenciar nuestro ser M.A.R. en su dimensión profética – misionera” 

(VII Capítulo provincial de la Provincia Santa Rita de Casia).

Introducción para todos los días.

Contemplando las maravillas que Dios ha realizado en estos 50 años de presencia de las hermanas M. A. R. en Argentina nos acercamos con un corazón agradecido, y pedimos ayuda para reafirmar nuestro compromiso y dejarnos conducir y modelar por el Señor. 

Haciendo memoria…

El día 13 de septiembre de 1962 salen de Bogotá – Colombia, la Madre María Juana Lipúzcoa Arrevilla (española de 66 años) que será la Directora del Instituto “Ursula Llona de Inchausti” y superiora de la Comunidad, en compañía de Sor Rosa Elvira (Angélica) Amézquita Gómez (colombiana de 20 años), haciendo escala en Lima y llegando a Rio de Janeiro, donde salen al encuentro nuestras hermanas de Vitória, Isla de las Flores y Nitéroi. Allí se suman las Hnas. Margarita Martínez Sáez (Rosario, española de 37 años) y Teresita Belza Maiza (Javiera, española de 38 años). Las cuatro hermanas parten de Rio de Janeiro el 15 de septiembre de 1962 arribando a Buenos Aires por la noche, donde las esperaban los PP. Agustinos Recoletos y el Sr. Francisco Crespo, nuestro bienhechor.

Canto inicial.

Dicen nuestras Constituciones en el n° 4: 

“Como Misioneras, somos llamadas a potenciar el compromiso de nuestro bautismo y de nuestra consagración religiosa, cooperando a la extensión y dilatación del Cuerpo de Cristo, para llevarlo cuanto antes a la plenitud (cf. Ef. 4, 13). (…)

 Nuestro carácter misionero nos exige una total disponibilidad de nuestra persona a fin de procurar que la Iglesia muestre cada día mejor a Cristo entre fieles e infieles, anunciando su mensaje de salvación y repartiendo su bondad y sus consuelos a las gentes más necesitadas. Extiende la caridad por todo el orbe, si quieres amar a Cristo; porque los miembros de Cristo están por todo el orbe (San Agustín)”.

(Un breve silencio)

Tanto ayer como hoy en nuestro caminar misionero en Argentina, deseamos escuchar los clamores del Pueblo y buscar con él hacer presente el Reino.  Canto para introducir la lectura bíblica.

Leemos: Mt. 28, 16-20

Reflexión

Mateo compone una escena magistral, en el espacio de cinco versos condensa lo sustancial de su cristología

y eclesiología. Los once discípulos van a Galilea como volviendo al comienzo, abandonan Jerusalén, y suben a un monte, en ascensión simbólica. Los discípulos de aquel momento representan a toda la Iglesia, a todas nosotras M.A.R., por eso no falta quien dude o quien se postre ante el resucitado.

En virtud de la plena autoridad recibida de Dios, Jesús envía a sus discípulos a una misión universal: “no han de enseñar para ser maestros” de muchos discípulos (23, 8), sino para «hacer discípulos» de Jesús, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que Él les ha mandado. Hay que vivir y actuar con la certeza de que Jesús se queda con nosotras. Ser misionera es ser voz, grito, pregón; es hacer resonar, hoy y aquí la Palabra de Dios, la Buena Noticia de Jesús.

Compartir personal y comunitaria.

Preces

Hermanas: Cristo-hombre es nuestro camino y Cristo-Dios es nuestra meta; caminemos siempre por Él y con Él, si quereos llegar a Él. Por eso, elevemos nuestra oración común, diciendo: Escúchanos Señor.

 Por nuestro Papa Francisco para el Espíritu de Jesús lo guíe y nos siga animando con su testimonio alegre y cercano. Oremos.

 Por todas las que formamos la congregación de M. A. R., para que sensibles a las circunstancias de cada época y a las diferentes culturas, procuremos impregnarlas del espíritu evangélico. Oremos.

 Por nuestras hermanas que donaron su vida, que hicieron parte de la historia de las M.A.R. en Argentina y que hoy están en la casa del Padre, gozando de la Gloria de Dios, intercedan por nosotras. Oremos.

 Por los jóvenes, para que se dejen traspasar por Jesús y así responder con generosidad a su llamado siendo discípulos-misioneros de su Evangelio. Oremos.

Preces espontáneas

Padre nuestro. 

Oración a Nuestra Señora de la Consolación (para todos los días):

Teniendo a María, Madre de la Consolación, presente en nuestra comunidad orante, como modelo de fidelidad en la oración, consuelo y esperanza en nuestra vida y estímulo en la actividad misionera. Oremos juntas:

Dulce madre de la Consolación:

Tú que eres la oyente de la Palabra,

la perfecta discípula,

la sierva de los pobres de Yahvé,

tú que traes en tus brazos a Jesús,

la verdadera Consolación,

ayúdenos a descubrir la forma de ser solidarios:

con los que lloran,

con los pobres y los mansos,

los que tienen hambre y sed de justicia,

los misericordiosos,

los puros de corazón,

los que buscan la paz,

los perseguidos por causa de la justicia.

A ti consagramos nuestras vidas,

las familias, los niños y los jóvenes,

las vocaciones, los misioneros y misioneras

y los ministros consagrados.

Bendícenos, Madre de la Consolación,

y muéstranos, hoy y siempre,

tu Consolación, Jesús,

nuestro Hermano y Señor. Amén

Oración final para todos los días.

Oh Dios, Padre de bondad, que enviaste a tu Hijo al mundo para anunciar la Buena Nueva de salvación a toda la humanidad; haz que las hermanas Misioneras Agustinas Recoletas que han asumido la tarea de evangelizar en tu nombre y con la misión de la Iglesia, sean fortalecidas e iluminadas con tu Palabra, enriquecidas por tu gracia y guiadas por tu Espíritu, para que fieles al mandato de tu Hijo: “Id y predicad el Evangelio”, hagan lo posible para que todos los hombres y mujeres te reconozcan a ti y a tu enviado Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Día 2:  Fraternidad

“Conscientes de que el Evangelio es el tesoro que Dios nos ha encomendado transmitir a través de nuestro carisma y que la comunidad ha de ser sacramento

 de la presencia del Reino” (XI Capítulo General).

Introducción para todos los días.

Haciendo memoria…

En abril de 1983, después de 21 años de trabajo, las hermanas dejan el Instituto “Ursula Llona de Inschausti” y toman posesión del instituto “Santa Rita”, de enseñanza primaria y profesional, en la calle Serrano de Buenos Aires, perteneciente a la Asociación “Obra de la Conservación de la Fe”, encargándose de la dirección.es grande el apoyo de nuestros hermanos agustinos recoletos de la provincia santo Tomás de Villanueva, cuya parroquia se encontraba cerca del colegio. 

Ante la necesidad de tener otra comunidad y de iniciar una pastoral vocacional, el 8 de abril de 1985, con la debida autorización del señor obispo de la diócesis, se establece una nueva comunidad en San Martín, Buenos Aires. Al año siguiente, el señor obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, autoriza para erigir una casa en Monte Chingolo, en una zona con gran necesidad de acción evangelizadora y promoción social; dicha casa donde se establece la comunidad se inaugura en septiembre de 1987.

Canto inicial

Dicen nuestras Constituciones en el n°56:

“La Iglesia de Cristo es en este mundo una comunidad interna de fe, esperanza y caridad y es al mismo tiempo una organización visible. Igualmente la Congregación es una comunidad de fraternidad y armonía y, a la vez, una sociedad dentro de la Iglesia. 

Las Misioneras Agustinas Recoletas queremos irradiar en la comunidad eclesial nuestro carisma de fraternidad, manifestar la alegría de nuestra vocación vivida en comunión y ser signo y estímulo que llene la aspiración de la humanidad a vivir una vida más fraterna”.

(Un breve silencio)

La comunidad se construye sobre el fundamento de la caridad, propuesta que nos deja San Agustín y que impulsa nuestra vivencia de fraternidad en estos 50 años de presencia en Argentina.

Canto para introducir la lectura bíblica.

Leemos: Rom. 12, 3-13.

Reflexión

Pablo nos presenta una exhortación sobre la conducta cristiana. Exhortación, no mandato ni simple instrucción, ni un código de preceptos. Tampoco se entretiene en una serie de consejos sapienciales. Se atreve a proponer consejos como ayuda para encontrar la voluntad de Dios. Dos puntos se destacan: la norma de la fe y la primacía de la caridad. Para conocer la voluntad de Dios no basta la ley, que es genérica, ni las interpretaciones de tipo casuístico; hace falta el discernimiento entre cosas buenas y mejores; y el discernimiento correcto exige un cambio de mentalidad, un alejarse de los criterios del mundo.

La comunidad es una y plural: el principio de unidad es Cristo. De ahí la doble relación de cada miembro: con su principio y con los demás miembros. Las funciones son dones recibidos. Los carismas, válidos en sí, quedan relativizados al compararse con la plenitud y perfección del amor.

Compartir personal y comunitaria

Preces. 

Hermanas: Cristo-hombre es nuestro camino y Cristo-Dios es nuestra meta; caminemos siempre por Él y con Él, si quereos llegar a Él. Por eso, elevemos nuestra oración común, diciendo: Escúchanos Señor.

 Por la Iglesia, para que cada uno de sus hijos dé testimonio de caridad con su vida. Oremos

 Por todos los que seguimos el espíritu de san Agustín, para que nos esforcemos cada día en responder con fidelidad a la voluntad del Señor. Oremos.

 Por nuestras comunidades, Señor, ya que prometiste estar en medio de los que se reúnen en tu nombre, haz que manteniendo la unión de corazones en ti, seamos ejemplo para que muchas abracen la vida misionera agustina recoleta. Oremos.

 Por nuestra congregación de Misioneras Agustinas Recoletas, para que la vida de las comunidades irradien y dinamicen las dimensiones: misionera, contemplativa y comunitaria de la Iglesia. Oremos

Preces espontáneas

Padre nuestro

Oración a Nuestra Señora de la Consolación (para todos los días).

Oración final para todos los días.

Día 3:  Recolección

“Busquemos la santidad en su verdadera fuente: en la perfecta observancia, en la humildad, en la caridad perfecta de unas con otras, en la vida de oración” 

(Madre Esperanza)

Introducción para todos los días.

Haciendo memoria…

Nos cuenta la Madre María Juana. “A continuación pasamos a otro cuarto (las hermanas se encontraban en la casa del Sr. Francisco Crespo) y allí… estaban las sorpresas de nuestro gran bienhechor: una preciosa imagen de la Virgen de Luján, una hermosa custodia y un relicario, con forma de custodia, que tenía la reliquia de N.P. San Agustín. Delante del altarcito de la Virgen cantamos ferverosamente la salve”. Al tomar posesión del Instituto Inchausti, con la Virgen de Luján en brazos de Madre María Juana y la plegaria en el corazón entran donde se encontraban las chicas, las personas de la secretaria y el de las empleadas que las reciben con indiferencia, a diferencia de las persona de fuera que diariamente las obsequiaban de una forma o de otra.

Canto inicial.

Dicen nuestras Constituciones en el n° 50:

“Nuestro padre san Agustín nos invita a entrar dentro de nosotras mismas para lograr la conversión, cuando nos dice que seamos siempre nuevas, que nos desprendamos cada día del hombre viejo y que cada día volvamos a nacer, a crecer y a progresar” 

Y en el n° 46:

“La oración, logro de la intimidad con Dios, alimenta nuestra vida teologal y da impulso y fecundidad a toda nuestra obra misionera; nos ayuda a descubrir la presencia misteriosa de Dios en el corazón de los hombres, para amarlos a todos como hermanos, y a interpretar a la luz de la fe los acontecimientos diarios. Por la oración penetramos en los sentimientos de Cristo, en su voluntad y actitudes, viviendo de Él, para después dejarlo traslucir en nuestra vida y en nuestras obras”.

(Un breve silencio)

En estos 50 años de vivencia M. A. R. en Argentina, la Palabra de Dios fue y es la vía maestra de la búsqueda de Dios (en el silencio y en la contemplación-meditación), para descubrir Su presencia en la realidad y llevar a la práctica lo que el Espíritu va suscitando.

Canto para introducir la lectura bíblica.

Leemos: Dt. 4, 28-31.

Reflexión

 Este texto es elaborado con la perspectiva cercana del destierro. El destierro será –ha sido- castigo de la idolatría (predicación de Jr y Ez). La posesión de la tierra como heredad es condicionada: se puede perder, y su pérdida implica también la disminución de la población; es decir, quedan anuladas dos promesas patriarcales. En el destierro se cumple la dialéctica del pecado: por haber servido, dado culto, a los dioses falsos de Canaán, tendrán que servir, como esclavos, a los dioses de pueblos extranjeros.  Pero el destierro no será -no ha sido- lo último, porque la compasión de Dios es el arco supremo que lo abarca todo, incorporando como segmentos históricos el castigo saludable, el arrepentimiento y el perdón. La compasión de Dios transforma el castigo aceptado en salvación, porque su alianza-promesa con los patriarcas sigue vigente hoy. El Señor describe para Moisés, para el hombre su modo de ser y actuar. No menciona aquí la omnipotencia ni la omnisciencia, tampoco la justicia. Menciona cualidades que engloban y superan la relación de alianza. Por pura misericordia accede el Señor a renovar una alianza quebrada por nosotras.

Preces.

Hermanas: Cristo-hombre es nuestro camino y Cristo-Dios es nuestra meta; caminemos siempre por Él y con Él, si queremos llegar a Él. Por eso, elevemos nuestra oración común, diciendo: Escúchanos Señor.

 Por el Papa Francisco y los obispos, para que como sucesores de los apóstoles prediquen la Palabra de la Verdad y trabajen por la extensión del Reino en todo el mundo. Oremos.

 Por la Iglesia,  para que el Señor suscite varones y mujeres santos que vivan la vocación de ser en la tierra el corazón misericordioso, compasivo y solidario de Dios. Oremos.

 Por todas las hermanas MAR, concedemos proclamar ante la Iglesia y ante la humanidad las maravillas que Dios ha realizado en nosotras en estos 50 años de presencia en Argentina.

 Por nuestros bienhechores y familiares, para que el Señor los bendiga y que encuentren en Él su verdadera paz y felicidad.

Preces espontáneas

Padre Nuestro

Oración a Nuestra Señora de la Consolación (para todos los días).

Oración final para todos los días.

 

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