San Agustín nos invita a reflexionar sobre nuestra misión con el  prójimo y nos recuerda que cada cristiano forma la Iglesia, siendo especial y fundamental para seguir construyendo una Iglesia basada en el amor, en el perdón y en la misericordia.

La Iglesia no es precisamente un lugar donde reunirnos, sino que somos nosotros, cuando nos unimos en nombre de Cristo, sin importar la edad, la condición social, cultural o económica. Cada cristiano es un miembro fundamental no importando el estado de vida al que es llamado, esto nos enriquece.

San Agustín nos invita a seguir trabajando y aportando lo mejor de nosotros en las diversas funciones que se ejercen desde una pastoral, coros, ministerios y demás apostolados, todos conducidos por un mismo objetivo, la comunión con Jesús.

La Iglesia necesita de todos; casados, laicos, sacerdotes, religiosas, mayores, jóvenes y niños, todos somos la Iglesia, tenemos la misión de seguir edificandola con nuestras acciones.

Los animo a seguir trabajando por el Reino de Dios, los invito a formar parte de la Iglesia integrándose en algún apostolado dentro de ella.

Edna Saquic (Postulante)