¡Qué dicha!, ¡Qué alegría!, ¡Qué riqueza! Convivir los hermanos, compartir con diferentes personas la misma alegría, el mismo objetivo que es el amor de Dios, pero vivido de distintas maneras.

Quiero compartirles la experiencia de un paseo en comunidad, en Morelia, México, con los frailes Agustinos Recoletos, una familia laica que con gusto nos acompañó y nosotras las MAR.

En el transcurso del paseo visitamos a nuestras hermanas Agustinas Recoletas de Clausura que viven en Morelia; con gran alegría nos abrieron las puertas de su hogar, y de su corazón, compartimos una taza de café con los deliciosos buñuelos hechos por las hermanas (una de las actividades que realizan), mientras cada uno se presentó para conocernos más, saber lo que el corazón dice, las actividades y experiencias vividas.

Y sobre todo ver que Dios se manifiesta de muchas maneras; ver que nos habla y nos llama desde una misma inspiración que es la del Espíritu Santo, una inspiración creativa, que nos permite y nos invita a vivir al máximo los dones  que el Señor nos concede, dándonos la voluntad para responder a ese llamado con entrega desde la vida contemplativa, la vida misionera, el sacerdocio, la soltería o el matrimonio, todos buscando siempre la gloria de Dios, que es el árbol con abundantes y diversos frutos que enriquecen a la Iglesia aquí en la tierra.

Juana Rosario Toc Rosales

Postulante MAR