Mi experiencia en la misión este año ha sido durante la semana santa, después de que la pandemia nos llevara a vivir en aislamiento y poco contacto y nos impidiera participar en festividades.

Poder participar en las celebraciones de Semana Santa, me llenó de esa alegría que solo el servicio a Dios a través de los hermanos puede dar.

A pesar de que la pandemia aún nos hace mantener la distancia, doy gracias a Dios por haberme permitido en esa semana sentir nuevamente la cercanía de las personas que aunque ocultaban su sonrisa detrás de un cubrebocas, manifestaban su alegría de participar de las celebraciones, y unidos como pueblo de Dios conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

La experiencia de esta misión, me ayudó a reforzar mi vocación, a desear comprometerme cada vez más con Nuestro Señor y continuar formándome para entregarme cada vez más.

Está misión también fue oportunidad para crear lazos fraternos con el pueblo, las hermanas y con todos los que participamos.

Después de esta experiencia quedo muy agradecida con Jesús, por permitirme vivir esos días de felicidad al poder compartir, pero sobre todo por lo mucho que recibí, pues cada una de las experiencias vividas durante la semana santa sin duda quedarán para siempre en mi corazón.

María Gisela Sánchez López

Postulante MAR