Antes que hablar del Hogar Policarpo, creo conveniente hablar de la realidad que vive nuestro país, incluso en la actualidad, ya que estamos viviendo una etapa crucial, como es el proceso de paz. Esto nos invita a todos a reflexionar sobre los flagelos que ha generado el conflicto armado en la sociedad, el cual no solo afectó a las personas del campo quienes vivieron directamente toda esta guerra, sino también a la sociedad en general quien se ha privado de tener sus derechos básicos de manera óptima como la educación, trabajo, salud y vivienda porque nuestro Estado ha centrado su atención en acabar la guerra armada pero se ha olvidado de muchas otras cosas importantes. En este orden de ideas la Fundación Social Corazonista Hno. Policarpo-Hogar de niñas surge como una necesidad que busca fortalecer esta debilitada sociedad, en especial la de un barrio vulnerable  como lo es “La Paz” ubicado en el Sur Occidente de Barranquilla que aunque ha mejorado con el transcurso de los años todavía tiene y enfrenta focos de inseguridad, injusticia social, abandono por parte de los padres para con sus hijos. Frente a esta realidad de niñas y adolescentes vulnerables, en el Hogar Policarpo nos preguntamos. ¿por qué trabajar con estas niñas? ¿Qué peligro corren?

Podemos decir que son vulnerables, porque algunos de los padres de familia se desentienden de ellas, porque la sociedad les ofrece ganar dinero de forma fácil, porque no hay oportunidades de formación y de buscar más otras aspiraciones. Por tal razón es necesario promover proyectos de intervención psicosocial y comunitaria para promover la calidad de vida que ayude a prevenir nuevos problemas sociales y que al mismo tiempo promuevan la seguridad, los derechos, los sueños y las esperanzas de la niña de hoy para forjar mujeres del mañana.

Por tal motivo el Hogar Policarpo brinda su apoyo a niñas y adolescentes del sur occidente de Barranquilla las cuales han llegado por la falta de oportunidades y por los niveles de pobreza, víctimas de la violencia “intrafamiliar” que no se queda dentro sino sale para aumentar la problemática social, por abandono de sus padres, entre otros. Aquí queremos darles la oportunidad de tener una mejor vida, afrontando toda esta serie de problemáticas antes mencionadas y brindándoles herramientas para que las enfrenten, las asuman y propongan alternativas de cambio en entorno.

Por todo esto, se han buscado medios para el desarrollo de ellas. En este momento se trabaja con un grupo de apoyo interno y externo como lo son:

  •         Colegio Santa María de la Providencia
  •        Institución Educativa Distrital San Pablo
  •   La universidad del Norte (Programa de emprendimiento con estudiantes de la facultad deingeniería industrial)
  •        La universidad de la Costa (asesoras psicológicas y proceso del mismo)
  •        ONG AIESEC (Con ellos se trabaja la identidad de género)
  •        Los estudiantes del Sagrado Corazón (Practicas de alfabetización)

Cada uno dando sus capacidades, conocimientos, tiempo para potencializar los talentos de las chicas, ya que, por el contexto donde viven y se desenvuelven van creciendo con la convicción de una pobreza mental que no ayuda para su desarrollo.

Estos espacios les permiten a las niñas y adolescentes desarrollar sus habilidades a nivel personal y grupal haciendo del individuo una persona capacitada para vivir en comunidad y brindando la oportunidad de vivir en sociedad y en unión y familiar.

Ahora me remonto al ideal y sueño de Monseñor Ochoa cuando fue capaz de tocar puertas para que las niñas abandonadas en China no quedaran desamparadas. Entonces invito a las Misioneras Agustinas Recoletas a seguir difundiendo el legado y compromiso en el trabajo por el más necesitado donde el Señor nos llame.

 

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