Me alegra compartirles un tema muy enriquecedor y significativo para nuestra vida, como lo ha sido para mí, en esta experiencia de búsqueda, de discernimiento y de ir configurando la voluntad de Dios en mi vida:  darle vida a la misión a la que he sido llamada por Dios.

El ser humano está llamado a descubrir el origen y meta de su existencia.

Hemos sido creados por amor y gratuitamente, por Dios Trino, que en Cristo nos hace participes de la vocación del amor.

¿A que llamamos vocación del amor?

Es la expresión máxima de nuestra entrega generosa, de nuestro afecto sincero, de nuestra dignidad y libertad, como lo hizo Jesús entregando su vida por amor a nosotros, muriendo en una cruz  para darnos vida.

Para descubrir a que somos llamados debemos abrir nuestro corazón y construir una relación de comunión con Dios, para que nuestra vida sea auténtica y plena.

Dios que es Amor y fuente de nuestro ser nos conceda la gracia de escuchar su llamado, dejarnos amar por él y amarle a  él en nuestros hermanos.

No hay acciones pequeñas a los ojos de Dios, cuando se realizan con Amor.     

Edna Saquic, Postulante MAR