Cada día que pasa es un regalo que Dios nos concede y quiero aprovechar esta ocasión para compartir mi alegría por haber terminado mi proceso de formación como aspirante MAR.
El alpinismo es un deporte lleno de emociones: miedo, alegría, satisfacción, determinación, y de superación para llegar a la cima de la montaña; se debe aprender de las dificultades y de los obstáculos que se presentan para lograr un mejor avance al emprender un nuevo trayecto.
Al rememorar el recorrido de mi proceso como aspirante MAR, he querido compararlo con el alpinismo porque ha sido para mí llegar a la cima de la montaña, no porque haya terminado mi recorrido, sino porque es para mí un primer avance muy significativo, lleno de alegría por alcanzar una primera cima en el proceso de formación.
Ante todo Dios es el guía, quien proporciona las herramientas, la fortaleza, como lo han sido las circunstancias, los momentos y personas significativas que me tendieron la mano, me impulsaron, han sido signo de la presencia y compañía de Jesús durante mi caminar.
Agradecida con Dios y con las hermanas MAR.
Edna Saquic
Postulante MAR