Desde la comunidad de Triana queremos hacerles partícipes de las muchas gracias con las que nos ha bendecido el Señor, en estos tiempos de Pandemia. Primero librarnos de dicho Virus. Es cierto, que todas hemos puesto los medios a nuestro alcance, evitando salidas y cuidando la higiene recomendada.

En segundo lugar, agradecemos al Señor haber podido disfrutar de un hermoso jardín para pasear y respirar aire puro. Lo hemos aprovechado al máximo.

Y en tercer lugar, la parte espiritual y formativa ha sido sobreabundante. Los medios on line han favorecido el poder aprovechar muchísimos momentos de apoyo en nuestra formación y crecimiento en la Vida Consagrada.

Celebraciones y encuentros organizados por hermanas de la Congregación. Mes de mayo, Formación para el liderazgo etc.

En los meses de marzo y abril disfrutamos de hermosas conferencias impartidas por el P. García Paredes, Claretiano, sobre los pecados capitales. Pudimos participar toda la comunidad y enriquecernos con los videos y diálogos que se produjeron.

En el mes de mayo hemos tenido la oportunidad de participar en la 50 Semana de Vida Consagrada organizada por el Instituto de Vida Religiosa de los Padres Claretianos. Organización perfecta con intervención de distinguidos conferenciantes, videos enriquecedores y diálogos muy oportunos.

Durante este año, la Provincia de San Nicolás de Tolentino, está celebrando el IV centenario del nacimiento de dicha Provincia. Con este motivo han organizado un ciclo de conferencias, informaciones, entrevistas etc., comenzando por los obispos Agustinos Recoletos de la Amazonia. Hemos procurado estar presentes en todo ello. No deja de ser una riqueza poder conocer los orígenes y camino recorrido por estos extraordinarios frailes.

Una gracia especial ha sido poder participar toda la comunidad. También hay que resaltar, que, siendo la mayoría de las hermanas crecida en años, han estado presentes en todo momento asistiendo con gusto y esmerada puntualidad.

Ahora continuamos recordando y saboreando lo vivido con un corazón agradecido y a la espera, cada semana, de seguir disfrutando con algún encuentro nuevo.

Finalmente, no podemos dejar de comunicar la rica paella, regalada, que compartimos con las Hnas. de la Casa General. Fue cocinada y degustada en el jardín. Rato de convivencia sabroso y por el que también bendecimos al Señor y un paseo en el Valle de los Caídos con la participación de la Eucaristías y rico almuerzo campestre.

 

Las hermanas de la Comunidad de Triana, Madrid.