Hna. María de la Concepción Sánchez Muñoz (Hna. Inma)

Una vida sencilla y entregada

Damos gracias a Dios por la existencia de nuestra hermana María de la Concepción Sánchez Muñoz, mejor conocida como la Hna. Inma, quien nació el día 22 de abril de 1929 y subió a los brazos del Padre el día 14 de marzo de 2016.

Nació en Cajar, Granada, España, en el hogar de D. Francisco Sánchez y Concepción Muñoz, quienes tuvieron 7 hijos más: Francisco, Juan Andrés, María Encarnación, María Isabel, María del Carmen, Víctor Eduardo y María Victoria, a los que educaron con esmero en las virtudes humanas y cristianas.

Inició su postulantado en Monteagudo, Navarra, a los 22 años, el 21 de enero de 1952, el noviciado el 21 de julio de 1952 e hizo su primera profesión el 22 de julio de 1953. Su profesión perpetua la hizo en las Gabias, Granada el 22 de julio de 1958.

Desde muy niña sintió la inclinación a la vida religiosa, y su vida la ofreció a la Santísima Virgen (según su diario). El 8 de diciembre de 1951, hace voto de virginidad frente a la imagen de la Inmaculada, y ofrece a Dios todos sus sufrimientos y dolores por los misioneros del mundo. Poco tiempo después conoce a las Misioneras Agustinas Recoletas de Gabia, y su deseo de ser religiosa se afirma. Rechaza todo compromiso que se interponga para realizar su sueño. Solicita ser admitida en la congregación y le dicen que espere hasta cuando la llamen; espera impaciente dos meses la comunicación. Dios días antes de viajar le informan que debe prepararse porque ya han comprado los pasajes para viajar a Madrid. Se lo comunica a su madre, quien duda de que sea cierto, por eso se comunica con las hermanas de Gabia, quienes le confirman, la madre se dispone a prepararle el equipaje.

Inma, era de salud frágil, sufrió dolores de cabeza intensos, sabía cuidarse, empleando métodos naturales a los que era muy aficionada, pero sin exigir atención especial de las demás. Se caracterizó por ser siempre culta, respetuosa y delicada en su trato.

Expreso que sentía mayor inclinación hacia la educación, con todo lo que abraca esta palabra, aunque deseaba ir a misiones, ofrecer formación religiosa a los jóvenes y dar catequesis, en general lo que fuera dar a conocer a Dios y formar personas para el futuro. Aunque había manifestado que deseaba ir a las misiones, nunca fue envida a otro país, cosa que aceptó con toda naturalidad, y ofrecía su vida y todo cuanto hacía por las misiones y misioneros.

Fue maestra en el colegio de Gabia Grande, en Monteagudo, en el Colegio de Granada, en San Blas. Fue responsable de las aspirantes en Pamplona y de la residencia de Granada. En San Blas atendió la sacristía. En Salamanca fue la superiora en el momento de la fundación de la misma.

En el verano de 2012 llegó a Monteagudo, bastante enferma y logró recuperarse. En los últimos meses sufrió algunas caídas que le ocasionaron fracturas de la cadera y pelvis, produciéndole mucho dolor, lo que sobrellevó con mucha paz y paciencia ofreciendo a Dios por los misioneros, como decía ella misma “que le había enseñado su madre desde pequeña” y se encomendaba a su Virgen de las Angustias.

El Padre Aurelio Ripollés, oar, le administro el sacramento de la unción de los enfermos en presencia de las hermanas de comunidad, a lo que ella muy consciente siguió con atención hasta que el 14 de marzo a las 11:25 pm celebró su pascua.

Su funeral se celebró el día 16 de marzo a las 11:30 am, en la capilla de nuestra casa madre de Monteagudo. La Eucaristía la presidió el Padre Aurelio Ripollés, oar y la concelebraron nuestros hermanos agustinos recoletos de Monteagudo. Cantaron la misa los novicios, quienes al finalizar la celebración condujeron su cadáver al cementerio de la comunidad.

Agradecemos a Dios el testimonio de nuestra hermana Inmaculada.

 

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