BEATIFICACIÓN DE LA MADRE CARMEN RENDILES, VENEZOLANA

 

El pasado 16 de junio, en el Estadio Universitario de Caracas, Venezuela, se beatificó la Madre Carmen Rendiles, fundadora de la congregación de las Siervas de Jesús.

El estadio abrió sus puertas a las 7:00 am; a las 8:30 am iniciaron las actividades de animación y testimonios y a las 10:00 am inició la celebración eucarística presidida por el representante del papa Francisco, cardenal Àngelo Amato quien  estuvo acompañado de los cardenales, obispos, arzobispos, sacerdotes y diáconos de la Iglesia católica Venezolana.

Fui acompañada de los parroquianos del santuario San Judas Tadeo, de los jóvenes y frailes agustinos recoletos de la provincia Santo Tomás de Villanueva.

Sin duda alguna, dicha celebración ha sido un oasis para el pueblo venezolano, una oportunidad de clamar al Señor con el corazón por nuestra tierra que sufre y grita LIBERTAD; fue una oportunidad de reconocer que aún en medio de todo, de Venezuela Sí “puede salir algo bueno”, pues tenemos “el rostro de tantos santos venezolanos que han entregado su vida por el hermano de sangre que la patria les regaló” ya que como decía Madre Carmen, no se trata de la persona, se trata del mismo Cristo presente en el hermano.

La madre Carmen, tercera beata Venezolana,  fue una mujer que se caracterizó por su gran humildad y entrega a los más pequeños del Reino de Dios, cuentan sus hermanas que nació sin su brazo izquierdo, es por esto,  que durante toda su vida tuvo que cargar una prótesis bien pesada sin quejarse y con una sonrisa permanente en su rostro.

El milagro que la llevó a los altares tiene que ver con la doctora Trinitte Durán de Branger, quien después de recibir una descarga eléctrica en uno de sus brazos el dolor se apoderó de ella y por ende era poca la movilización, nos cuenta que “Nada calmaba aquel dolor noche y día, no podía conciliar el sueño y la inhabilidad del brazo aumentaba rápidamente”; fue vista por más de 20 doctores y cuando decidieron operarla, ella se animó a  pasar por el Colegio Belén, que atienden las Hermanas Siervas de Jesús, en la urbanización Los Palos Grandes de Caracas, para orar.

Luego de pasar por la capilla mayor, una hermana la condujo hasta el oratorio en donde la comunidad de religiosas estaba en oración. Allí habló con la madre María San Luis, hermana de sangre de Madre Carmen.

Después de orar juntas, la monja le dijo que la Madre Carmen la curaría de su dolencia. Enseguida ambas se dirigieron a una habitación, cercana al oratorio, en donde la Madre Carmen en vida reposaba algunas veces.

Aquí ocurrió el hecho no explicable por la ciencia y los hombres. Al ver el cuadro e implorar interiormente su curación, salió del borde del cuadro como “un hermoso rayo de luz que alumbró toda la habitación y llegó hasta su hombro”, dice el testimonio de la sanación presentado ante el Vaticano. Trinette sintió que entraba un intenso calor  por su cabeza y penetraba en su brazo, y fue tan impactante el momento que perdió por un momento el conocimiento y en el mismo instante su brazo quedó restablecido totalmente. Ya no usó más férula, ni fue realizada la operación.

DAMOS GRACIAS A DIOS POR MADRE CARMEN, POR REGALARNOS A LA TERCERA BEATA VENEZOLANA Y POR SEGUIR LLAMANDO A TANTAS PERSONAS A SEGUIRLO.

POR TODO ESTO, GRACIAS, SEÑOR, GRACIAS.

 

WENDERLYNG REYES, MAR