En el CER, (Centro de estudios religiosos), el instituto en el que estudiamos las novicias, se llevó a cabo la celebración Intercultural, que tuvo como fin fortalecer nuestra unión como hermanos en Cristo y sobre todo por el amor al prójimo, a través del compartir nuestras culturas.

Vivir la experiencia de conocer culturas diferentes, a través de las imágenes, la comida, la música y los bailes que cada compañero compartió de su país o región me ayudo a mirar cómo a pesar de las distancias geográficas tenemos muchas más cosas en común de lo que en ocasiones nos imaginamos, y aún en lo que somos diferentes no debemos olvidar que es mayor el amor de Dios que nos une.

Al compartir sobre la cultura de mi país, México, sentía un profundo agradecimiento por todo aquello que Dios le ha dado a mi pueblo y al mismo tiempo sentía la pequeñez del hombre y la grandeza de la misericordia de Dios, no para una pequeña parte de la humanidad sino para la humanidad entera y que se manifiesta en cada una de las naciones que juntas forman el gran pueblo de Dios y si tenemos un mismo Padre entonces somos verdaderos hermanos.

También me ayudó a expandir la mirada al conocer sobre realidades que se viven en otros países, a tener una mirada más abierta y a no cerrarme en lo que he conocido siempre, sino valorar todo aquello que Dios me va permitiendo vivir. 

María Gisela Sánchez López, Novicia MAR