El pasado domingo 22 de enero, en la casa general, tuvimos un encuentro con los teólogos de Monachil que han venido a Madrid a realizar una experiencia de voluntariado. En nuestra casa nos juntamos: los dos grupos de teólogos, los que están trabajando en la parroquia de Loreto (Briones, Barajas),  y los que están en nuestra parroquia de La Fortuna, en la casa cural. 

Invitamos también a nuestras junioras Diana y Yessica. 

Ellos se comprometieron con la comida. A casa llegaron, uno, de víspera, y otro de mañana para ir preparando la comida. Unos friloles o caraotas con arroz, bien nutridas, un rico tiramisú, y nosotras pusimos la ensalada y entremeses. Los de Loreto trajeron las bebidas, por aquello de la distancia. 

A mediodia nos encontramos todos en nuestra casa para degustar tan rico almuerzo, disfrutar de la fraternidad y compartir nuestras experiencias. Ese día también nos acompañó el seminarista que tenemos en la parroquia. 

Después del almuerzo y larga sobremesa se prepararon unos juegos muy divertidos. Participamos todos y cómo nos reimos! Posteriormente, cada uno de los jóvenes, incluidas nuestras hermanas junioras, compartieron con profundidad lo que estaba suponiendo esta experiencia de voluntariado. Aparte de tener vida de comunidad y ser ellos constructores de la misma, sin la mirada del formador y la organización ya establecida en una comunidad de formación, han realizado diferentes experiencias tanto en el comedor Masarnaú (también participan nuestras junioras), en la Fundación San José, en el proyecto «Creciendo Juntos» de ARCORES en nuestra parroquia y todas las actividades pastorales propias de cada una de las  parroquias donde se han insertado. 

En fin, ¡que os digo! pasamos una tarde deliciosa, al calor de lo fraterno, lo humano, lo espiritual, al calor de la mesa compartida y la vida incipiente que se quiere entregar a tope. Queda de nuestra parte rezar por la fidelidad de estos jóvenes, por la visión de sus formadores y acompañamiento para que no decaigan en el entusiasmo y deseos de seguir al Señor, que lo vale todo. 

 Comunidad de La Fortuna