Oración ecuménica por la justicia y la paz

“No podemos callar nuestra voz, nuestra conciencia creyente nos invita a decir: no queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más personas desaparecidas. No queremos más dolor ni más vergüenza.”  Mensaje de los Obispos de México en noviembre de 2014.

El domingo 26 de abril del presente año se llevó a cabo una oración ecuménica por la justicia y la paz en México, de una forma especial por los jóvenes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa,  municipio del estado de Guerrero, donde fueron atacados por policías municipales de Iguala y Cocula: “43 fueron detenidos y posteriormente entregados a integrantes del grupo delictivo denominado Guerreros Unidos. A partir de ese momento, según la versión oficial, nada se sabe de los normalistas”. (Periódico El Informador MX)

La cita fue a las 17:00 horas en el Zócalo, que es la plaza de la Constitución de la Ciudad de México. Asistimos toda la comunidad.  Estando allí con los presentes nos organizamos en 4 grupos y partimos hacia varios puntos: norte, sur, este y oeste, de tal forma que desde allí fuimos marchando, formando una cruz e invitando a las personas que encontrábamos durante el recorrido para que se unieran a la marcha y a la oración, luego volvimos al punto de reunión.

Los organizadores tenían listas 20 pancartas y cada grupo llevaba consigo algunas de ellas, con una imagen de un lado que reflejaba el rostro de los que sufren violencia en el país: niños, ancianos, mujeres, indígenas; y unas letras del otro lado, que uniendo las pancartas del lado de las letras formaban la frase “POR UN MÉXICO SIN VIOLENCIA”.

Cuando cada grupo terminó su recorrido y volvió al punto de reunión se colocaron las pancartas en un espacio preparado para luego alzarlas y fotografiarlas todas juntas de los dos lados. En otro espacio de la plaza se formó con velas en el suelo el contorno de una cruz, que fue rodeada por los presentes para la oración que se dirigía a Dios pidiendo por la vida de los empobrecidos y violentados.

A las 19:00 horas dio inicio la oración ecuménica. La oración incluía cantos, plegarias, lecturas bíblicas, peticiones y el encendido de unas velas. Para esta hora ya había presencia de religiosas, seminaristas, sacerdotes, diversas organizaciones de la sociedad civil, comunidades creyentes e iglesias cristianas ecuménicas con la intención de unirse al mensaje que se quería transmitir a los familiares de las víctimas de la violencia, para pedir a los gobernantes que se haga justicia ante tanta violencia que vive hoy día México. Pero en especial a los familiares de los 43 jóvenes desaparecidos, ya hace 7 meses, y el mensaje decía: ¡No están solos, su dolor es el nuestro y su lucha por la justicia también!

Mientras se realizaba la oración fue llegando un grupo de manifestantes en el que venían familiares de los desaparecidos y que luego se unieron a la oración y fueron colocando las fotografías y pancartas que llevaban durante la manifestación en el centro de la cruz. Se les concedió un espacio para expresarse a todos los presentes,  su mensaje estaba cargado de un grito que pide justicia, de unos padres campesinos que piden que se les devuelvan sus hijos, que su único delito fue buscar un mejor futuro para sus familias.

Como comunidad nos unimos en oración a todas estas personas que sufren la violencia y la injusticia y que no cesan en su lucha a pesar de la opresión de los poderosos. Sabiendo que nuestro compromiso como consagradas es estar al lado del más pobre y necesitado.

 “Sólo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente. Que la reseca muerte no me encuentre vacía y sola sin haber hecho lo suficiente”.

 

Hna. Rosario Cayax, MAR y

Rosmery Garcia, Postulante MAR

 

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