Todas las miradas están puestas en Roma, con ocasión del Sínodo de la Amazonía.

Para la iglesia de Brasil y en particular para las Misioneras Agustinas Recoletas, es un estímulo encontrar en el documento preparatorio, “Un rostro inculturado y misionero”, la importancia del martirio de nuestra hermana Cleusa como impulso e inspiración para esa inculturación. Así lo expresa el numeral 113:

La diversidad cultural reclama una encarnación más real para asumir diversos modos de vida y culturas. “Continúa válido, en el orden pastoral, el principio de la encarnación formulado por san Ireneo: Lo que no es asumido no es redimido”. Los impulsos e inspiraciones importantes para esa inculturación anhelada se encuentran en el magisterio de la Iglesia y en el caminar eclesial latinoamericano, de sus Conferencias Episcopales (Medellín 1968, Puebla 1979, Santo Domingo 1992, Aparecida 2007) y de sus comunidades, Y DE SUS SANTOS Y DE SUS MÁRTIRES.[1] (Ver nota, nombra a la hermana Cleusa).Una realidad importante de este proceso ha sido el surgimiento de una teología latinoamericana, en especial de la Teología India

El compromiso misionero de la hermana Cleusa, emprendido con pasos concretos, se evidencia en suscartas; en éstas expresa sus pensamientos y sentimientos, que, a la luz del Sínodo de la Amazonía, adquieren relevancia:

“(…) estuve en Humaitá participando de la Asamblea Indigenista de nuestra Regional. Fue una buena experiencia, por la primera vez, pues nos capacita para un mejor servicio a los hermanos indios. ¡Admirable la disponibilidad y entrega de tantos jóvenes laicos en este campo! Pero la tarea es grande y exigente. Creo que, en la Prelatura, podríamos dar bastante más, si la Congregación comenzase a pensar en serio en las minorías indígenas amenazadas de exterminio, ¡bien cerca de nosotros! Le encomiendo el problema de nuestros hermanos, pensando en Cristo y en Puebla.[2]

En otra de sus misivas, expone:

Hace mucho, vengo pensando en la necesidad de que se abran nuevos caminos de evangelización, dentro de la opción por los pobres y por la justicia, en América Latina. En la vida, hay siempre el peligro de la “instalación” en lo bueno y ¡de olvidarse “del más allá” misionero! ¡Y somos doblemente MISIONERAS LAS M.A.R.!”[3]

Asumió su compromiso pastoral con toda responsabilidad y generosidad:

“En la pastoral indigenista busco hacer lo posible. Falta apoyo, faltan recursos. He escrito que, si todo depende de los pies del misionero, ¡estupendo! Pero la realidad amazonense nos presenta distancias fabulosas y los ríos continúan siendo nuestros caminos. Piensen con nosotras desde ahí.Piensen más en la urgencia de intercambio misionero, ¡pues somos M.A.R., a nivel de Congregación!”[4]

Se inculturó, compartiendo con el pueblo:

“…Pasé allí una semana (al margen izquierdo del río Mucuím – Canutama), viviendo en una de las ocho chabolas de paja del lugar, conviviendo con todos. Contacto diario y continuo con los niños, jóvenes y adultos, así se puede entender la vida del pueblo,sentir sus valores y dificultades. Mucha pobreza, pero se comparte de lo poco que hay. Los hombres trabajan duramente en el campo (…)”[5]

A la luz del Sínodo, recobra gran importancia el llamado al compromiso misionero con las indígenas que ha dejado la Hermana Cleusa, quien vivió con radicalidad la misión, animada siempre por   las palabras del Apóstol Pablo en 1Cor 15, 25 “Es preciso que Él, reine” y este reinado es “hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies”. “El último enemigo en ser destruido será la muerte” (v. 26).

¿Qué inspiró a la hermana Cleusa, consagrada Misionera Agustina Recoleta a identificarse con 1Cor. 15, 25?

[1]“Entre otros pueden citarse: Rodolfo Lunkenbein SDB y SimãoBororo (1976), Marçal de Souza Tupã-i (1983, Guaraní), Ezequiel Ramin (1985, Comboniano), Hna. Cleusa Carolina Rody (1985, Misionera Agustina Recoleta), JosimoMoraesTavavares (1986, sacerdote diocesano), Vicente Cañas SJ (1987), Mons. Alejandro Labaka y Hna. Inés Arango (1987, ambos capuchinos), Chico Mendes (1988, ecologista), Galdino Jesus dos Santos (1997, PataxóHã-Hã-Hãe), Ademir Federici (2001), Hna. Dorothy Mae Stang (2005, Hermana. de N. S. de Namur).

[2]Misioneras Agustinas Recoletas, Hna. Cleusa Carolina Rody Cohelo MAR. “Es Preciso que Él reine”, Arte-Impress, España 2010, 115.

[3]Íbid. 116.

[4]Íbid. 118.

[5]Íbid. 126.