El día seis de Mayo, después de ochenta años de presencia en Restrepo Valle la comunidad sale de esta población. Ochenta años, donde la comunidad en su servicio escribió muchas páginas del libro de la historia del municipio; trazó surcos en la vida de los jóvenes, niños, familias y esparció semillas de Evangelio en amor fraterno y contribuyendo en la instauración del Reino de Dios desde la Pastoral Educativa, familiar, sacramental y parroquial en esta porción de la Iglesia.
No fue fácil asumir este momento, muchos sentimientos afloraban con el paso de las horas, y en el encuentro con las personas que poco a poco se acercaban a nuestra casa, para agradecer y expresar su dolor ante la partida de las hermanas , empezando por los sacerdotes de la parroquia que en la mañana celebran la Eucaristía como acción de gracias.
Hacia las 6 p.m. la casa se ve llena de caras todas muy familiares, en general egresados, integrantes de FRAMAR, exprofesores, vecinos y familias que desean manifestar su cariño, por toda la labor desarrollada por la comunidad en la parroquia y en el pueblo.
Acompaña este acto un conjunto musical que con los acordes de guitarras entonan canciones que fueron emblemáticas en diferentes épocas, ritmos que seguían los asistentes entre lágrimas, recuerdos, añoranzas, anécdotas expresiones de gratitud que en muchos momentos fueron ahogados por los sentimientos; es en estos momentos donde se invita a los presentes a leer este paso como historia de salvación donde se hace camino al andar de la mano del Señor, que guía siempre nuestros pasos y nos muestra nuevos horizontes que se descubren en la docilidad al Espíritu, así se cerró el penúltimo día.
Este día 6 se inicia con la oración, donde las hermanas dan rienda suelta a los sentimientos de gratitud y alabanza al Padre Dios, por la oportunidad de haber sido enviadas a servir en esta comunidad, por todas las hermanas que entregaron gran parte de su vida en esta obra, por las que fueron formadas, por las que descubrieron su vocación y por las que incansablemente sirvieron a la causa del Reino, a través de los diferentes servicios que desempeñaron; pero también hubo peticiones de perdón por las deficiencias y negligencias en el desempeño de sus labores.
Hacia las 7 de la mañana de este día, llega la Superiora Provincial Hna. Olga Lucía Pérez R. acompañada de la Ecónoma Provincial Hna. Marta Maldonado, Hna. María de la Paz Güendica y Hna. Sofía Espinosa; de inmediato se inicia el movimiento de muebles, maletas para cargar el camión que transportaría todo el menaje a Cali. Cuando todo estuvo listo salen las hermanas que conformaban la comunidad local del momento: Hermanas Carmen Escilda Millán, Vivien Restrepo, Luz Marina Girón y Blanca Rubi Bastidas.
Al frente de la casa se encontraba un buen número de personas acompañados de la máquina de Bomberos quienes con sus sirenas escoltaban los vehículos que transportarían a las hermanas y las conducían por la plaza principal; al verlas pasar las personas entre lágrimas y pañuelos blancos les decían hasta pronto. A esta caravana se sumaron un número significativo de vehículos que las escoltaron hasta la vereda Aguamona lugar denominado la Y, o la salida del Municipio.
El 31 de mayo la comunidad recibe en el Consejo Municipal la medalla al mérito “Anselmo Rendón García” donde hacen reconocimiento a la gestión realizada por la comunidad en el progreso del Municipio de Restrepo.
Con estas manifestaciones de aprecio, se podría decir que se cierra este capítulo de la historia, escrita en Restrepo, que también dio frutos en la siembra que realizaron las hermanas con un buen número de vocaciones femeninas a nuestra comunidad, a otros carismas y algunas vocaciones sacerdotales.
Como vida consagrada somos signos de los bienes futuros, en éxodo a lo largo de los caminos de la historia, con un peregrinar atento a la búsqueda del rostro de Dios .
“La vida de fe no es una posesión sino un camino que conoce pasos luminosos y túneles oscuros, horizontes abiertos y senderos tortuosos e inseguros, pero es Dios que llena la vida de sentido y Luz ”.
Hna. Olga Vega Hurtado
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