“El encuentro con Dios por la fe no debe dar por terminada nuestra búsqueda, búsqueda que se ratifica con el amor.  Cuanto mayor es nuestro amor tanto más intensa ha de ser nuestra búsqueda del ya encontrado.  Sin fin ha de ser buscado quien sin finha de ser amado”

San Agustín In ps. 104,3 

 

El camino hacia la Pascua es una experiencia personal que pasa por la experiencia de la comunión con otros que, de la misma manera, intentan responder a una búsqueda más profunda de Dios que posibilite desde su Gracia el encuentro entre su misericordia y el anhelo de amarle.  Tal como lo expresa S. Agustín, la dinámica de ir a Dios consiste en una búsqueda continua, abierta siempre a un renovado encuentro; es decir nunca debe darse por terminada sino más bien está llamada a intensificarse y renovarse en el mismo amor hacia Dios, fin de nuestra búsqueda.

Es bueno reconocer que en la búsqueda de Dios, de ninguna manera estamos solos.  Muchos son los corazones inquietos que desde sus circunstancias atienden a las llamadas de Dios; es bueno caer en cuenta de esto con atención novedosa y es bueno interceder unos por otros para que sin fecha de caducidad continúe la búsqueda de Aquel que sin caducidad ha de ser amado.

Con esta inquietud agustiniana, los días 21 al 23 de marzo, en nuestra parroquia de la Encarnación, en el pueblo de  Las Gabias, hemos compartido un camino hacia la Pascua desde una búsqueda común, en el cual reflexionamos y profundizamos comunitariamente sobre el Triduo Pascual, atendiendo a la invitación de dejarnos encontrar por Jesucristo, muerto y resucitado.

El día 21, la hermana Yolenny abrió la reflexión con una síntesis acerca de la evolución de la celebración pascual hasta llegar a la Pascua Cristiana y ofreció unas ideas claves para vivir el Jueves Santo, día en el que el Señor entrega a sus discípulos su misma vida y les compromete a reproducir su entrega en el “haced esto en memoria mía”.

 

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