La  celebración en honor de la Santísima Virgen María, bajo al advocación de Nuestra Señora de la Caridad patrona del país de Cuba, en este año fue bien distinta. Con el rebrote de la nueva cepa DELTA del covid 19, no se pudo tener celebraciones Eucarísticas ni hacer el novenario presencial. Pero el pueblo no dejó de festejar, agradecer y pedir a la Virgen por estos momentos que estamos viviendo. Durante el novenario fue realizado oraciones, reflexiones y meditaciones de la Palabra de Dios desde varios grupos de WhatsApp. Hubo un excelente participación de los laicos y de la juventud.

Para que el pueblo tuviera una señal concreta de la presencia de la Madre, fue solicitado permiso al partido para que el tiemplo pudiera ser abierto, por las mañanas de las 9am hasta las 12pm. Mucha gente con las medidas de higiene y el distanciamiento, se acercaran a la imagen de la Virgen del Cobre y allí colocaron sus gritos desde el corazón, para como ella dijo: “haga lo que Él diga.” Y Jesús quiere que tengamos confianza. En muchas situaciones de la vida puede suceder que nos desanimemos al ver la debilidad del bien respecto a la fuerza aparente del mal. Y podemos dejar que el desánimo nos paralice cuando constatamos que nos hemos esforzado, pero no hemos obtenido resultados y parece que las cosas nunca cambian.

El Evangelio nos pide una mirada nueva sobre nosotros mismos y sobre la realidad; pide que tengamos ojos grandes que saben ver más allá, especialmente más allá de las apariencias, para descubrir la presencia de Dios que, con amor humilde, está siempre operando en el terreno de nuestra vida y en el de la historia. Y esta es nuestra confianza, es esto lo que nos da fuerzas para seguir adelante cada día con paciencia, sembrando el bien que dará fruto. ¡Qué importante es esta actitud para salir bien de la pandemia! Cultivar la confianza de estar en las manos de Dios y, al mismo tiempo, esforzarnos todos por reconstruir y recomenzar, con paciencia y constancia.

Comunidad MAR – Morón – Cuba