Padre Cyrillus Swinne

En Barranquilla existe un hombre de Dios, un profeta. Eso es el religioso Cyrillus Swinne a quien nombraremos como: Padre Cirilo. Llegó a La Arenosa de paso para Perú a donde lo habían enviado sus superiores, pero la Providencia lo detuvo, le ató el corazón y todavía lo encontramos aquí, entre nosotros, en el barrio La Paz. Era el año 1977. Nació en Holanda, en el seno una familia pobre, con muchos hermanos y unos padres llenos de fe.

Dios lo llamó a la comunidad de los padres Camilos y él respondió generosamente. Tiene un corazón compasivo y como nuestro buen Dios, desea que todos lleven una vida digna. Por eso al llegar a este barrio y encontrar tanta miseria, puso manos a la obra.

Como párroco, invitaba a la solidaridad, a la compasión, al perdón, a la acogida, a formar comunidad. Fue mostrando el verdadero rostro de Dios. A la vez denunciaba las injusticias cometidas en este lugar, contra estos hijos de Dios, y las cometidas en nuestra ciudad y en nuestra patria. Con ayudas de su tierra y también de la nuestra, logro hacer realidad la respuesta a la primera necesidad, creó el centro de salud San Camilo.

Ya existía el colegio San Pablo creado por el grupo de Damas de la Institución Las Mercedes, representadas por Jeannette de Abuchaibe, pero sus instalaciones eran muy malas y se inundaba. Entonces Las Damas consiguieron un nuevo terreno. Con aportes solicitados a Holanda, el padre Cirilo ayudó  a la construcción del primer piso, con bases para continuar el segundo piso cuando fuera posible.

Logró la fundación del “Colegio Comunal Mixto”. Tanto el colegio San Pablo como el Comunal Mixto, son privados, sin ánimo de lucro, comunitarios.  Hace aproximadamente 13 años, se obtuvo un contrato con el Distrito, a través de la Red Educativa del Sur Occidente, y se ha conseguido un buen número de becas en dichos planteles educativos.

Las Damas de las Mercedes, preocupadas por los niños del barrio la Paz y teniendo en cuenta que llevar mercados no era la solución para esta población, tuvieron la idea de fundar una guardería.

Le comunicaron al padre Cirilo, quien comentó que el construiría la casa de las religiosas y ponía el terreno para la guardería. 

La Guardería, la tenía en mente el párroco anterior e incluso había conseguido algún terreno, pero faltaba conseguir un último lote. El padre Cirilo convenció al dueño, ofreciéndole una casa igual a la que tenía, en un lugar cercano, y la guardería se hizo realidad,

La construcción de la guardería la hizo la Fundación  Las Mercedes con aportes propios y de  Bienestar Familiar  que además la dotó de todo lo necesario y a través de un comodato,  cedió la administración a la Institución Las Mercedes.

Fue así como a las Misioneras Agustinas Recoletas, nos ofrecieron la dirección de la guardería y  la hermana Clarivel Cardona  se hizo cargo de ella. Algunos años más tarde estuvo al frente la hermana Luz Dary Cardon.

En el barrio había un grupo de ancianos a quienes la hermana Luz Dary atendía dándoles alimento  que  muchas veces enviaba a sus  viviendas. El padre Cirilo conoció el grupo vio la necesidad y con  el tiempo creó, el Hogar San Camilo para personas de tercera edad.

Había también entre los niños que acogía la hermana Luz Dary, algunos discapacitados. El padre Cirilo estuvo atento y con su hermana de congregación, María Poulisse fundaron el Centro de Rehabilitación San Camilo.

El padre lucha y trabaja siempre por el bien del barrio; lidera y ayuda en todo lo que signifique una vida más digna. Por eso encontramos biblioteca, parques, calles pavimentadas, colegios. No pierde un minuto. Personalmente no tiene nada, todo es del que lo necesita. Es padre, pastor, consejero, amigo.

La gente lo respeta y lo quiere; lo respetan y escuchan los políticos, y el padre con su bondad, pero también con firmeza, dice lo que tiene que decir. Lo que no está bien, no está bien. La injusticia no la tolera, ni la mentira, ni la deshonestidad de los poderosos. Pero comprende y acoge y es paciente con los pobres pecadores a quienes la vida difícil  lleva a cometer errores. Muchos han encontrado junto a él, su salvación, su cambio de vida, han comprendido el inmenso y misericordioso amor de nuestro Padre Dios.

El padre  Cirilo es un hombre muy respetuoso. Alguien podría pensar que cuando celebra la Eucaristía en el Hogar de tercera edad, no necesita preparar la homilía. Son mayores, algunos sordos, otros pueden estar adormilados, pero el respeto que se merecen todas las personas, hace que él la prepare cuidadosamente y la lleve siempre escrita, pensada  con mucho amor, invitando siempre a trabajar por la paz, la justicia,  la solidaridad y  la unión.

Se toma en serio la celebración Eucarística; es consciente de que Jesús en la última cena recordó que por ellos y por todos, entregaba su vida e invitaba a sus discípulos a hacer lo mismo, entregar la vida por los hermanos: “Haced esto en memoria mía”. Y es lo que hace cada día.

Como buen hijo de la Iglesia, siempre está atento a las enseñanzas y palabras del Papa y de los Obispos.

Algunos de sus sueños se han hecho realidad, pero sigue soñando. Sigue viendo jóvenes valiosos, con trabajo, y dedicados en sus ratos libres, al deporte, a la música, al arte, a la lectura, lejos de toda violencia. Esto lo llevó a la construcción de dos canchas cerradas, de fútbol y de baloncesto, a la fundación de la biblioteca, a la creación del coro de jóvenes.

Su solicitud y amor por todos los hijos de Dios, lo ha llevado a otros barrios más necesitados, y para los más pobres ha hecho realidad el almuerzo diario, que después de constatar con una visita, hace llegar a sus humildes viviendas. Y para que crezca la fraternidad y la solidaridad y se forme una gran familia, logró el almuerzo comunitario, cada quince días. En un determinado lugar, los vecinos se reúnen y todos colaboran en la olla común. Se van sintiendo familia, van conociendo las necesidades de los otros, se van acercando, se van queriendo como hermanos, hijos del mismo Padre.

Por todo esto, con admiración y agradecimiento a Dios, me atrevo, con palabras también sencillas, sin ser una experta, a escribir unas letras dedicadas a este gran hombre, que desea parecerse a Jesús, que se propone mostrar el rostro misericordioso de Dios.

Padre Cyrilus Swinne

Ojos claros, mirada sonriente y serena,

gesto acogedor y palabras amables.

Hombre sencillo y a la vez firme.

Dios lo llamó dándole la gracia

de entender sus caminos.

Más que palabras, son sus actitudes, sus gestos

los que hablan de Jesús.

Enseña y vive la misericordia y el perdón de Dios.

Cuando hay que hablar fuerte, lo hace,

no importa a quien, nadie lo intimida,

porque confía en que Dios Padre lo acompaña.

Ha comprendido bien lo que significan las palabras:

“Haced esto en memoria mía”,

y  ha entregado su vida como Jesús,

al servicio de sus hermanos,

sin importarle los riesgos, ni las amenazas.

Su corazón es compasivo, por eso

le duele el dolor del hermano,

por eso busca salidas y soluciones,

por eso involucra a otros que pueden ayudar.

Enseña y vive la fórmula de la salvación:

“Ven, porque tuve hambre y me diste de comer.

Ven porque estuve en la cárcel y me visitaste.

Ven, porque estaba viejo y abandonado y me recogiste.

Ven porque estaba hundido en la droga y me tendiste la mano.

Ven porque la vida me golpeó y solo tú me miraste como hermano.

Ven porque abandonada y rechazada, puedo decir que tú fuiste mi padre.

 

 

Hna. Elsa Gómez Galindo

Misionera Agustina Recoleta

 

 

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