ASAMBLEA VICEPROVINCIAL

Las 15 hermanas  Misioneras Agustinas Recoletas, residentes en Venezuela, de la viceprovincia santa Mónica, nos congregamos en la comunidad del Colegio Santa Rita, los días 9, 10 y 11 de febrero de 2013,  para llevar a cabo nuestra acostumbrada asamblea. Fuimos llegando desde las distintas casas y misiones el día viernes por la tarde y sábado en la mañana, para aprovechar el asueto de carnaval.

Iniciamos nuestro encuentro con la bendición del Señor en la Santa Eucaristía, presidida por el P. José Antonio Barboza, sacerdote diocesano. El evangelio de este día, nos anima e invita a: “venir con Él a un lugar a solas, para descansar y orar”, más adelante nos enseña  que son necesarios estos momentos, pero sobre todo para fortalecernos en ellos, para dar respuesta a lo que esperan de nosotras aquellas personas que El ha puesto en nuestro camino, para profundizar en el sentido de nuestra consagración y en el planificar juntas nuestro andar.

Iniciamos pues formalmente la asamblea a las 3 de la tarde del sábado 9, acompañadas por el Lcdo. Javier Socorro, con un tema conocido por nosotras: “Él árbol de problemas y el árbol de las soluciones”. El cual elaboramos en septiembre del año pasado como diagnóstico de nuestra realidad viceprovincial y a partir de él debíamos crear la planificación estratégica para poner en marcha las posibles soluciones. La primera invitación que nos hace Javier es a ponerle a éste árbol nuestras virtudes como Viceprovincia. Son muchas nuestras fortalezas, y estas son precisamente las que nos permitirán hacer reinar al Señor en nuestra vida y campos de misión. Nos hace caer en cuenta que: a veces somos muy severas con nosotras mismas y que nos cuesta ver que no es poco lo que hemos hecho hasta ahora. Nos invita a  podar ese árbol desde la conciencia y la responsabilidad; distinguiendo entre lo urgente,  lo importante y lo necesario. Nos quedará un nuevo árbol una vez que el discernimiento del espíritu nos ayude a separar: LO REAL – LO IDEAL – EL SUEÑO.

 

El día domingo, el primer encuentro fue a los pies del maestro. En la oración iluminados por la Sagrada Escritura  bajo la lectura de Jn 15, 1-17 reflexionábamos sobre la necesidad de mantenernos unidas al sarmiento para así dar buen fruto, aceptar las podas necesarias que nuestro Padre nos da cuando Él considera que lo necesitamos.

Estos encuentros de oración y reflexión nos prepararon para trabajar por secretariados, y así en nuestras planificaciones quedaría plasmada la respuesta que queremos darle al Señor en estos servicios que nos animan a dar vida en el transcurso del año. Antes de pasar al trabajo de grupos nos hizo caer en cuenta de que: no podemos seguir siendo hijas del pasado, que son necesarios nuevos métodos para que el mensaje sea entendido por el mundo de hoy; es verdad que somos menos y mayores pero hay una significativa diferencia entre vejez y deterioro, que a veces el cuerpo suelta anclas porque de seguir navegando así puede entrar en alarmas inesperadas; no podemos negociar la vida y la vitalidad con nada ni nadie; las quejas nunca transforman nada; más que anhelar lo nuevo y dejar lo viejo es apreciar lo aprendido en el diario vivir agregándole responsabilidad y disciplina, y que tenemos que enamorarnos todos los días para saber del amor. Para terminar en una plenaria  expusimos la planificación de cada uno de los secretariados.

El lunes a las 11:30 a.m llegó el Padre Eleuterio Cuevas, párroco de la Basílica nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá “La Chinita”, para celebrar la Sagrada Eucaristía. El P. Eleuterio, vicario para la vida consagrada por la arquidiócesis de Maracaibo  siguió alentándonos haciendo hincapié en el evangelio del día donde Jesús invita a los discípulos a seguir echando las redes para pescar, aunque ya estén agotados, hayan intentado nuevas técnicas y métodos. Él no desiste, ni quiere que desistamos.

He aquí nuestro mensaje y actitud. Primero para nosotras como viceprovincia, y para compartirlo con ustedes hermanas de la Congregación, no desistamos, confiemos en el Señor, que a pesar de que en el momento no veamos el resultado ni lo que queremos. Aceptemos la nueva invitación de El a seguir echando la red pero, donde él quiere y cuando él decida. 

En la acción de gracias, en la Eucaristía, nuestra superiora viceprovincial agradecía primeramente a Dios por permitirnos encontrarnos para orar, reflexionar y programar todo lo referente a nuestro caminar en este año. Y culminaba con la profesión de fe de Pedro que nos animó ese día: “EN TUS MANOS ECHAREMOS LAS REDES”. Sí Señor en tus manos echamos las redes  las Misioneras Agustinas Recoletas de la Viceprovincia santa Mónica, confiamos en ti y seguimos remando MAR adentro.

Hnas. Delis Romero y  Astrid Ibarra