Agradecemos al Señor nuestra estadía en Cochabamba, los dìas del 21 de diciembre al 2 de enero de 2020. En el aeropuerto de Lima teníamos el encuentro Rosario Cayax y Nieves M. Castro, superiora general. Pernoctamos toda la noche hasta que en la madrugada tomamos vuelo hasta Chiclayo. Allí nos estaba esperando nuestra hermana Elisa Beltrán, superiora local de la comunidad de Cochabamba. Nos quedaban otras cinco horas de autobùs hasta  llegar al destino definitivo.

Las navidades estuvieron revueltas, entre fiestas patronales y las propias de los días navideños. Así que fue muy movida la pastoral parroquial y las hermanas estuvieron al pie del cañón. El 26 en la tarde iniciamos nuestras reuniones compartiendo con algunos trabajos parroquiales. La reflexiòn giró, como en todas las comunidades visitadas, en torno al plan estratégico con iluminación de las Constituciones y todo lo concerniente a la elaboraciòn del proyecto comunitario para este año 2020 con los nuevos integrantes de la comunidad: Elisa Beltrán, Rosario Cayax y Juana Maricela Hernàndez, juniora.

Los encuentros estuvieron  nutridos por la palabra de Dios y el compartir fraterno de las diferentes iluminaciones recibidas. Visitamos el 24 en la mañana, acompañadas por el pàrroco, una de las tantas campiñas que la parroquia tiene a su cargo, compartiendo con los campesinos la Eucaristía y el almuerzo. Visitamos a monseñor Fortunato Urcey, tuvimos una reuniòn con el pàrroco sobre las diferentes pastorales y compartimos con el grupo FRAMAR la propuesta de proyecto de laicos e itinerario formativo.

Todo lo vivido y experimentado en estos dìas se lo ofrecemos al Señor, Dios de la vida y de la esperanza. En Èl radica nuestra alegría y nuestro deseo vehemente de anunciarle. Gracias hermanas de Cochabamba por tantos regalos recibidos a través de vosotras.