SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI
El día de hoy en diferentes países celebramos la Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo. En el evangelio de este día Marcos 14, 12-16.22-26 nos encontramos con la preparación para la cena de Jesús con sus discípulos, en la cual nos deja lo más grande para la vida de todo cristiano: el alimento de la vida, de la comunión, que hace presente el misterio pascual de Cristo. Es la nueva Alianza sellada con la Sangre de Jesús, en la que Cristo se parte y reparte con amor gratuito; amor que nos impulsa como discípulos a comprometernos a servir con amor a nuestros hermanos que más lo necesitan.
En esta unión de corazones, elevemos nuestras plegarias por los pueblos que en estos días sufren por la guerra, el egoísmo de unos pocos, por nuestros hermanos de Venezuela, por todos los que extienden su mano pidiendo auxilio, por los pobres y por tantas personas que se encuentran exiliados en la periferia.
Damos gracias a Jesús por su Pan que renueva nuestras fuerzas, por amarnos al extremo y por estar siempre presente en nuestras vidas. Que podamos ser también nosotros pan, alimento que se dona gratuitamente por amor a los demás.
La siguiente poesía es de Marcos Alemán, sj:
Algo queda pendiente
por eso lo hacemos en tu memoria.
Hay una deuda con la historia,
un compromiso con el supuesto fracaso
del resucitado,
que vuelve a morir
en cada Eucaristía.
Muere y resucita
para que vayamos en paz,
pero no tranquilos sino apasionados.
Llenos de tu misma pasión
que en tantos cristos
se sigue encarnando.
Coronados
con tus mismas espinas,
así reconocidos…
Atravesados por la lanza
de donde brota más vida.
Basta que crean
y queden de pie así andando.
«Pierdan la vida y serán saciados».
«¡Tengo sed!» Y te quiero sediento.
«¡Soy pan!» Para tantos hambrientos.
«¡Levántate y anda!»
Brindemos con el mismo cáliz.