DESDE GRANADA,  ESPAÑA: FIESTA SOLIDARIA

Cada vez que celebramos en el colegio la “Fiesta solidaria”, en mayo, no deja de impactarme a qué cotas de compromiso y colaboración puede llevar una buena causa.

Cuánto empeño, horas de trabajo y entrega requiere motivar y poner en marcha esta actividad y cómo alegra ver a todos empujando en la misma dirección: ayudar a los más necesitados.

Lo que se aporta no es fruto de la abundancia, sino fruto de mucho esfuerzo y trabajo por parte de todos. Poco a poco se va convirtiendo en la fiesta del barrio.

El escenario estuvo decorado, entre otras cosas, con un gigantesco sobre de avión dirigido a Ecuador y México – que contenía la respuesta de nuestros alumnos a las cartas de agradecimiento de los niños becados de Ecuador – junto con el lema del colegio de este año: “Somos comunidad solidaria”.                                                                   Por dicho escenario fueron pasando los alumnos desde infantil hasta secundaria con sus vistosas actuaciones.

Llama la atención la generosidad de las personas que aportan, algunas, incluso de su poco haber. Por la mañana las familias de los alumnos traen la comida que luego en la tarde compran para merendar y cenar mientras ven las actuaciones de sus hijos y nietos en el patio del cole.

Esta fiesta solidaria implica a todos: equipo directivo, profesorado, hermanas de la comunidad, AMPA, familias y alumnos. Todos dando lo mejor de sí para ayudar a los más necesitados. “Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt. 25,40).

                                                                                                          Pilar Pretel, mar