LAS MAR EN REPÚBLICA DOMINICANA…

Encuentro-convivencia con jóvenes

 

Con ilusión recibí la noticia de poder llevar a cabo una nueva misión, el acompañar a las jóvenes en República Dominicana, el darnos a conocer y sobre todo el compartir la vida con la gente de este lindo lugar. Es verdad que no es la primera vez que las MAR vamos a República Dominicana a trabajar en la pastoral vocacional, pues esta labor la estaba desempeñando la Hna. Rocío Victoria desde hace tres años, aproximadamente. Siempre con la ayuda y colaboración de los padres Agustinos Recoletos de la provincia Ntra. Sra. de la Consolación.

 

El día miércoles 3 de abril viajamos rumbo a Dominicana la hna. Rocío Victoria y yo, para poder preparar un encuentro-convivencia con los jóvenes de las parroquias de los padres Agustinos Recoletos. Nos esperaba en el aeropuerto el P. José Luis Lugo, OAR, que con gran alegría nos dio la bienvenida y nos llevó hasta San Cristóbal, donde está la casa curial de los padres Agustinos Recoletos y donde nos hospedaríamos durante estos días.

 

El jueves visitamos el Colegio Santa Rita para invitar a los jóvenes de preparatoria a participar en la convivencia vocacional mixta que se llevaría a cabo el día 7 de abril. Para hacer este recorrido por las aulas, el padre Ismael Xuruc, OAR, responsable de la promoción vocacional,  nos estuvo guiando y enseñando el colegio. También nos acompañó durante estos días Yoleny Ramírez, novicia MAR, quien había viajado a Rep. Dominicana por la muerte de su hermana y ahora estaba acompañando a su madre. 

 

Por la tarde fuimos con el padre Ramón Aníbal a la comunidad de Pueblo Nuevo, para celebrar con ellos la Eucaristía e invitar a los jóvenes a participar en la convivencia vocacional. A esta comunidad pertenece la aspirante Wilkida, así que también nos preguntaron por ella y le mandaron saludos. Aprovechamos la ocasión para visitar a su madre y entregar el detallito que su hija mandaba. 

 

El viernes visitamos el colegio San Rafael, en el que también invitamos a los jóvenes de preparatoria a participar en la convivencia vocacional. Por la tarde visitamos a la mamá de Yoleny, quien nos esperaba con alegría y con unos pastelitos típicos de Dominicana, muy ricos por cierto. Finalmente terminamos el día celebrando la Eucaristía en la comunidad de Lavapiés, y claro, invitando a los jóvenes a participar en la convivencia vocacional.

 

Aunque nosotras estuvimos haciendo estas visitas, los padres Agustinos Recoletos de ante mano ya habían invitado en las diferentes comunidades, de tal manera que en la convivencia nos juntamos cerca de 180 jóvenes, chicos y chicas. Una alegría para todos.

 

Sábado ¡manos a la obra! Así que ese día nos reunimos con el padre Ismael Xuruc y con Yoleny para comprar todo lo que hacía falta para la convivencia y ultimar detalles, para dejar todo listo, pues ¡180 jóvenes nos esperaban para ayudarles a encontrar respuestas a sus preguntas! Fue un día muy movidito, pero también de mucha ilusión y alegría. Por la tarde noche el padre José Luis Lugo fue a recogernos para ir a la parroquia San Agustín, de Haina, otra comunidad de los Agustinos Recoletos. Celebramos la Eucaristía con la gente y también compartimos con el grupo de promotores vocacionales que está formando el Padre José Luis. Fue una alegría compartir con ellos y ponernos a su servicio.

 

Al fin, llegó el día de la convivencia. Temprano nos pusimos en marcha hacia el CESA (Centro de Espiritualidad San Agustín), donde sería la convivencia. Poco a poco fueron llegando los jóvenes, tanto de la capital como de las diferentes parroquias. Mientras unos los inscribíamos, otros se encargaban de la animación, otros preparando el sonido y todo lo necesario… cada uno desde su labor haciendo que la convivencia marchara lo mejor posible.

 

Comenzamos con una oración, preparada por Clara, una chica argentina que colabora con los padres en la pastoral vocacional. Después se les fueron dando algunos temas dirigidos por la novicia Yoleny, la hna. Rocío, la hna. Sandra y el padre Ismael,  temas que fueron trabajando en grupo. Hubo oportunidad de que ellos preguntaran y de dar el testimonio de la vida de algunos de nosotros. A lo largo de la mañana llegaron los padres Ramón Aníbal, Lucas y el padre José Luis para animarnos y compartir con los jóvenes lo que estaban viviendo. Se les repartió la comida y éste fue un momento importante para todos, disfrutando de la sombra de los árboles y de la conversación de los que allí nos encontrábamos, preguntando e inquietándose por lo que Dios iba diciendo a sus corazones. Finalmente hicimos una evaluación del día. Para todos la experiencia ha sido muy buena, y algunos/as se interesaron en formar parte de un grupo vocacional que acompañarán los padres Agustinos Recoletos. Con algunas de  las jóvenes que se interesaron en nuestra vida, nos entrevistamos el miércoles y jueves, y allí pudieron aclarar algunas dudas e inquietudes, quedando así en un proceso de acompañamiento directamente con nosotras.

 

El lunes fue día de descanso para todos, pero fue un descanso “especial”, pues el padre Ismael Xuruc y Yoleny nos tenían preparada una excursión única y muy bonita. Nos acompañó Ricardo, un joven de las JAR de Dominicana. Muy tempranito nos dispusimos a salir rumbo al Hoyo de Pelempito, que es una depresión de fondo plano, alargada y en forma de pera, situada en la parte occidental de la Sierra de Bahoruco, en Pedernales. Un lugar espectacular, lleno de pinos y curioso, también de palmeras. Incluso encontramos dos fósiles de caracolas de mar. Esta fue nuestra primera parada. Siguiendo el camino nos dirigimos a Bahía de las Águilas, que pertenece al parque Nacional de Jaragua, es un lugar protegido y por lo tanto virgen. ¡Una belleza! En donde el mar muestra sus mejores colores y el encanto de visitarlo, contemplarlo y disfrutar de un rico baño. Para ir a la playa tuvimos que embarcarnos en una lancha. El lugar era mágico y encantador, con arena tan fina y suave que daban ganas de enterrarse. Disfrutamos de él como enanos. Agradecimos esta gran oportunidad.

 

El martes, el padre José Luis Lugo nos llevó a visitar a su familia, quien nos acogió con alegría. También nos llevó a dar un tour por la capital, mostrándonos el Faro de Colón, la zona colonial, en fin, una tarde muy agradable, sobre todo por la compañía.

 

El jueves nos preparamos para volver a casa, no sin antes agradecer la atención de los padres Agustinos Recoletos y la ayuda y presencia de nuestra novicia Yoleny Ramírez, y claro, a Dios por darnos esta gran oportunidad y misión. Llegamos a México el viernes de madrugada, allí nos esperaban las hermanas Sandra Maldonado y Rosario Cayax para llevarnos a la comunidad. 

 

Agradezco a Dios todo cuanto me ha regalado en estos días y sólo queda decir ¡Cómo podré pagar todo el bien que me has hecho!

 

Sandra Flores G., mar

 

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