Las hermanas Delza Bassini y Nereyda Díaz participaron en la misión de navidad, del 14 al 22 de diciembre, junto con las hermanas de la comunidad de Yopal, en algunas veredas del vicariato de Trinidad.

El día 14, de camino de Yopal hacia la misión, pudimos entrar a saludar, en Trinidad a nuestros hermanos Agustinos Recoletos, donde fuimos acogidas por el obispo, Monseñor Javier Pizarro y el párroco Gustavo Sánchez, quienes nos hicieron un recorrido por la nueva casa y a continuación nos invitaron a un almuerzo fraterno, acompañado de muchas anécdotas. Luego del almuerzo partimos con la bendición del Obispo hacia a las comunidades, donde fuimos acogidas por unas familias.

 Durante los días compartidos con los niños y familias de la comunidad del Toro, experimentamos la presencia de Dios en la sencillez de la acogida de las familias que visitamos cada día, y en el compartir con los niños sobre la espera de la llegada del Niño Dios hecho hombre que quiere nacer en cada corazón.

Queremos destacar la experiencia con los niños, con los que fuimos trabajando todos los días en horas de la tarde con textos bíblicos, que nos invitaban a preparar el corazón para acoger al Niño Jesús. Se hicieron diferentes actividades, donde cada niño aportaba aquellos valores que cada uno quería vivir para que Jesús nazca en su corazón, valores como la amabilidad, el amor, la alegría, la acogida, la solidaridad; destacamos esta experiencia, porque los niños con los que trabajamos no todos eran católicos, sino  que también había  varios evangélicos, los cuales eran los más participativos  en responder preguntas sobre los textos, en hacer las actividades propuestas y en disfrazarse de los personajes, como José, María, y los pastores entre otros.

La Eucaristía de navidad se celebró el día 19 de diciembre en la Vereda del Convento, participando varias familias de la comunidad del Toro.

Sentimos que en las familias con las que tuvimos la oportunidad de compartir, incluso evangélicos, hay sed de Dios, pues nos han escuchado con atención y respeto, incluso cuando hemos tratado de explicarles porque los católicos celebramos la navidad.

Estamos agradecidas porque el Señor nos ha permitido vivir estas experiencias; nosotras como misioneras seguimos sembrando la semilla y Él continuará haciendo su obra en el corazón de cada persona que lo acoge con sencillez

Comunidad Noviciado Nuestra Señora de la Consolación.