El mes de las misiones lo vivimos cada año con alegría, porque nos sentimos como se diría popularmente: “como pez en el agua”.

En la parroquia san Fortunato, barrio La Fortuna, la semana anterior al DOMUND, las MAR de la Curia general, tuvimos la oportunidad de compartir con las niñas y niños de catequesis, el mensaje para la jornada.

El lema fue profundizado y con el testimonio de varios jóvenes que han vivido experiencias de misión, que vimos en un video, nos sentimos llamados a reavivar el espíritu misionero de todos los bautizados.

Los días 19 y 20 de octubre, en el encuentro con los niños de catequesis, pudimos constatar que los pequeños, reconocen el testimonio de los catequistas, sacerdotes y religiosas de la parroquia. Evidenciamos  que la parroquia cuenta con un grupo alegre de misioneros, que no pierde la esperanza y trabajan con esmero por irradiar al barrio la vida cristiana.

El jueves orientamos la hora santa, con la misma intención: “el DOMUND”, oramos por toda la iglesia. Sentimos que orar juntos, ante Jesús Eucaristía, es un regalo para la humanidad, porque el cielo baja a la tierra.

Estos días se hicieron extraordinarios en medio de nuestra cotidianidad. El pensarnos, sentirnos y confirmar que vivimos en misión, nos llenó de alegría. Hablar de lo que hemos visto y oído fue genial, nos sentimos vivas.

Cada año el DOMUND, es diferente, el de este año nos impactó el lema, que nos llevó a caer en cuenta de lo que VEMOS Y OÍMOS del amor del PADRE, para hablar y dar testimonio de su Palabra, sus signos, de las manifestaciones que acontecen en la realidad de cada uno y de cada lugar donde somos enviados: ciudad, barrio, población, sector, localidad y al final de todo en la propia familia con los que vivimos y hacemos camino día y noche.

Queremos seguir atentas para percibir el paso del Señor y su mensaje.

Que la misión siga creciendo y que los misioneros seamos valientes y estemos despiertos para dar testimonio.

El trabajo en común con el padre Domingo (párroco), el padre Vicente, los catequistas, el grupo de Cáritas, de liturgia, las visitadoras de enfermos y muchas personas queridas de la parroquia, son un reflejo de que estamos llevando la antorcha encendida de la misión.

Fue la oportunidad de entregarles el librito de Lámparas ardientes números 4 y 6 sobre la vida de Madre Esperanza y Hermana Cleusa; los niños los recibieron con cariño e ilusión.

 

MAR Curia general