Era por los años 2016 – 2017, no recuerdo con exactitud, formaba parte del voluntariado de Cáritas de la parroquia de la Encarnación de las Gabias – Granada.

En una reunión, entre los temas a tratar, llamó la atención la petición que hacía un padre de familia; había decidido salir para Alemania en busca de trabajo, ya que aquí en esos años, era muy difícil. Él acudió a Cáritas y presentó el problema económico para el viaje, incluido los primeros días de su estancia allí, hasta encontrar un trabajo, con la intención de devolverlo. Cáritas atendió su pedido. Él se fue a Alemania, pero, no hubo suerte y decidió regresar a Gabia, su pueblo.

La Providencia Divina, que nunca abandona a sus hijos, cuando se esfuerzan para conseguir un bien, como era el de sacar su familia adelante, con tan buena suerte que los dueños de una panadería, la de “El Fuerte”, querían traspasarla; se enteró este señor y llegando a un acuerdo se quedó con ella.

 Y dicen que, es de bien nacidos, ser agradecidos.  Pues, este señor, recordando lo que Cáritas había hecho con él, desde entonces todos los días, del pan y bollería que le queda, lo dona a Cáritas para familias necesitadas. El, no quería que las familias fueran a la panadería, prefería pasar desapercibido.

 De acuerdo con el grupo de Cáritas fuimos nosotras las que nos responsabilizamos de ir a buscar el pan y, las familias vienen a nuestra casa a recogerlo. Desde que él tomó esta determinación, no quería que los beneficiarios supieran quien era el bienhechor. Tenía muy claro lo que Cáritas hizo con él, se sentía muy agradecido y obligado a corresponder y ayudar a familias que estaban en la misma necesidad que él había pasado.

Y, fielmente lo está cumpliendo. Cada día viene una familia, que se lleva el pan para la semana y bastante bollería. Las familias están muy agradecidas y nosotras hacemos este trabajo con mucha alegría y entrega, a pesar de que exige sacrificio, pues ya los años pesan, pero es una manera de colaborar en esta institución de la Iglesia que es Cáritas. El Papa Francisco, insiste en que debemos atender a los más vulnerables y necesitados.

Hna. Encarnación San Martín. MAR