«La Hermana Nazly fue el Instrumento

que Dios usó para hacerme su llamado a la vida Religiosa»

Hola a todos, soy Susan Camargo, nací el 05 de diciembre del año 1993 y me crié en un pueblito llamado Tauramena del departamento de Casanare en Colombia.

Desde muy pequeña mis padres me prepararon en las cosas de Dios, Jesús, fue mi amigo desde muy niña gracias a que ellos me lo presentaron y me demostraron que me amaba grandemente.

Mi infancia transcurría en un ambiente muy bonito e inocente, pero en algún momento de mi vida, aproximadamente a los 13 años de edad, decidí alejarme de Dios y la rebeldía llegó a visitar mi corazón, a esa edad ya me creía grande y pensaba que podía hacer lo que quisiera, viví momentos algo duros a causa de ello; mientras tanto mi amigo Jesús, aunque yo quería ignorarlo, Él no se apartaba de mí, al contrario seguía muy pendiente de su ingrata amiga.

Nuestro Señor al ver que yo estaba yendo por los caminos que me llevarían a la desgracia, mandó a una de sus aliadas a buscarme sin que nadie lo supiera…

Fue en los primeros meses del año 2010 cuando llegó a mi pueblo, la novicia Nazly de la hermosa comunidad de las Misioneras Agustinas Recoletas ( MAR ) a hacer una experiencia en la casa de pastoral de dicha congregación, ella brillaba por su gran personalidad, su juventud y atención hacia los demás. Yo estaba en mi último grado de bachillerato y para graduarme me pedían como requisito algunas horas de trabajo social, -un gran amigo, estaba haciendo de las suyas- una compañera y amiga me propuso que realizáramos nuestras horas sociales en la parroquia, ello requería, cantar en las Eucaristías, trabajar en el despacho parroquial y dar catequesis… así fue, y por «Dioscidencia» en la catequesis tuve que ser la acompañante de clases de nuestra Hermana Nazly, nos reuníamos para preparar las clases para los niños, pero estas reuniones dieron paso a que yo abriera mi corazón y empecé a compartirle todo lo que estaba viviendo en ese momento…

Jesús, sanó mi corazón a través de tan profundas conversaciones y consejos, gracias a ello Dios salvó mi corazón del resentimiento hacia algunos familiares, me salvó de dañar mi cuerpo con los grandes pecados que me acechaban, -¡claro! si lo estaba guardando para Él- y además de todo, sembró en mi corazón el deseo de seguirle completamente… La hermana Nazly estuvo 6 meses en Tauramena y tuvo que irse a seguir su formación. Al año siguiente, exactamente el 15 de Marzo del 2011, ingresé a un convento en Nicaragua, en el cual, ya cumplo tres años y ocho meses luchando por serle fiel a mi amigo Jesús quien muy pronto se convertirá en mi esposo, soy feliz y cada segundo doy fe de que lo único que hace realmente FELIZ al hombre es seguir los pasos de Jesús, sin importar lo que se encuentre en el camino.

Agradezco a todas las Hermanas MAR por su gran misión evangelizadora, gracias a ellas Dios me enamoró y me tiene para Él. Dios les bendiga y la Santísima Virgen María les acompañe siempre.

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