La formación inicial a la vida consagrada tiene para las candidatas los fines de “iniciarles en la vida religiosa” y de ayudar a realizar “su unidad de vida en Cristo por el Espíritu”, y esto “mediante la armoniosa fusión de sus elementos:  humano, espiritual, apostólico, doctrinal y práctico”. Lo cual incluye procurar que “descubran en primer lugar, asimilen y profundicen después, aquello que constituye la identidad de una religiosa MAR” para ser “testimonio significativo, eficaz y fiel”.

Hasta lo que llevamos de este año, se ha ido trabajando dentro de Nuestra comunidad formadora del noviciado, lo que nos hemos propuesto en nuestro proyecto comunitario y aquello que hemos visto conveniente impulsar con el fin de ir creciendo como comunidad de hermanas.

Esta experiencia nos ayuda a buscar la unidad, la fraternidad, el conocimiento y aceptación personal y comunitaria, buscando en cada encuentro y acción la identificación con Cristo y hacer de cada experiencia un encuentro humano y espiritual, que nos ayude a la autotrascendencia

A contunuación comparto algunas vivencias práticas que hemos realizado y que para nosotras es el caminar del SEÑOR junto a nosotras.

Apostolado.

Damos gracias a Dios y al padre Edgar Galeano, párroco de la parroquia santa Ana, por la oportunidad de realizar algunas actividades apostólicas.

Las dos novicias, han asumido la preparación de catequesis con los sacramentos de primera comunión y confirmación, cada una de ellas tiene un pequeño grupo. Se tiene programada la celebración para el mes de diciembre.

Los temas de las catequesis se preparan en casa, una hermana de la comunidad acompaña a las novicias en esta preparación como parte de su formación.

 

El párroco padre Edgar Galeano trabaja en la pastoral carcelaria y nos ha permitido trabajar en la parroquia con las familias de las personas privadas de la libertad. El 13 de julio la comunidad participó en una charla sobre “el Perdón, en los salones de la parroquia, a continuación de la charla se entregó a las familias que participaron un mercado, organizado por la misma parroquia, las familias quedaron muy agradecidos

Pastoral de enfermos

Las hermanas Delza Bassini Fioressi y Nereyda Díaz, han solicitado al Hospital San Diego, permiso para visitar a los enfermos y llevarles la comunión, brindando acompañamiento espiritual y consuelo a quienes lo deseen. Después de realizar las diligencias necesarias, fue aceptada la propuesta. Desde el mes de agosto vamos una vez por semana.

Cada encuentro con un enfermo es un aprendizaje nuevo, se ora junto con ellos, se les escucha, reciben la comunión, los enfermos y familiares quedan muy agradecidos por la visita, nuestro objetivo es llevar paz y consuelo a cada uno de ellos y sentimos la satisfacción de que sea así, ver a los pacientes de cáncer, que en medio de su enfermedad sonríen y tienen su esperanza puesta en el Señor de salir adelante y terminar su tratamiento con esa confianza de que van a recuperarse.

El Señor nos permite vivir estas experiencias junto a los que sufren, brindando consolación a los que necesiten. Los enfermos tienen su confianza y esperanza en el Señor, que les dice:

 “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio”.

Formación.

El día 21 de julio la hermana Nereyda Díaz terminó el curso de formadores en la CRC, la comunidad participó de la eucaristía y del acto de culminación de grado y a continuación un almuerzo fraterno, junto con todos los acompañantes de las diferentes comunidades religiosas de los cuales estaba conformado el grupo de la escuela.

Es una Bendición del Señor que una hermana pueda hacer este curso, ha sido una experiencia de crecimiento, no solo de la hermana sino también de la comunidad.

En comunidad se ha compartido muchas experiencias vividas en este proceso, así como también se ha puesto en práctica algunos temas que llevan al conocimiento personal, sin el cual no podemos conocernos y aceptarnos para continuar en este proceso de seguimiento del Señor.

En comunidad, todas las hermanas colaboramos en la formación de las novicias, ellas reciben formación humana, espiritual, apostólica, conocen la historia de los fundadores, aprenden a llevar los libros oficiales, conocimientos generales de salud, manualidades entre otras, cada hermana es responsable de un tema y lo hace con el mayor gusto de manera creativa, con el fin de aportar a la formación.

Espacios que avivan nuestra experiencia Espiritual.

Nuestra experiencia de encuentro con el Señor lo hacemos en la oración diaria. La liturgia de las horas es un espacio privilegiado. Con las laudes y vísperas experimentamos la unidad con la iglesia universal, sabiendo que somos hijos de una misma madre y miembros vivos del cuerpo místico de Cristo

Escuchamos y oramos la Palabra, de manera personal y comunitaria, en espacial los días domingos con la Lecctio Divina, dedicando más tiempo para la meditación, donde cada hermana comparte su experiencia de encuentro con el Señor, los llamados que nos hace en la vida diaria, así como las respuestas que nos invita a dar y el compromiso personal para hacer vida su palabra. Es una experiencia de fraternidad e interioridad que nos enriquece y anima a caminar juntas.

Para mayor crecimiento y fortalecimiento realizamos los retiros mensuales y anuales, los cuales nos ayudan a hacer un alto en nuestra vida, para examinarnos, confrontarnos y fortalecer nuestra vida de encuentro con el Señor, sin el cual no podemos avanzar.

Solo de la mano del Señor podemos hacer presente su reino en cada acción que realicemos.  los momentos fuertes de oración son los que fortalecen para hacer su voluntad y no la nuestra.

Celebraciones

EL 26 de julio celebramos la fiesta patronal de la parroquia: “Santa Ana” acompañadas por el párroco la comunidad parroquial, se preparó para esta celebración; fue una experiencia valiosa, para conocernos, compartir y celebrar.

La novena se organizó, entre comunidades religiosas y laicos quienes dirigían cada día, fue significativa la participación de todos, así sentimos que vamos fortaleciendo la comunidad parroquial.

Otros encuentros fraternos que nos ayudan a vivir nuestra consagración  se dan cuando  nos unimos con las hermanas de la casa San Agustín, para celebrar cumpleaños, fiestas comunitarias y agustinianas, donde se va fortaleciendo la vida fraterna, también se comparte con los familiares de las hermanas, de manera que la familia va creciendo, es una bonita experiencia de ir fortaleciendo vínculos, haciendo así visible nuestro carisma agustiniano.

La celebración de los 75 años de nuestra congregación en Bogotá, fue un acontecimiento de grandes alegrías y de experimentar la fraternidad. Nos congregamos con las hermanas de las casas de San Agustín, algunas hermanas de la comunidad de Maracaibo-Venezuela y las hermanas de la comunidad de Yopal, familiares y amigos. Presidió esta celebración Monseñor Javier Pizarro, OAR, obispo del Vicariato apostólico de Trinidad – Casanare, concelebraron varios sacerdotes Agustinos Recoletos y algunos diocesanos. Es una bendición del Señor este regalo. Deseamos continuar caminando juntos con Esperanza

Visitas a Otras comunidades

A nuestro alrededor existen varias comunidades religiosas, las cuales pertenecen a la misma parroquia, se ha ido creando un ambiente cercano, de confianza en la parroquia. El párroco padre Edgar Galeano siempre ora por cada comunidad en las celebraciones de la Eucaristía,  especialmente cuando hay alguna necesidad, nos unimos a orar los unos por los otros, en  varias ocaciones se ha hecho visita a la comunidad de las hermanas Hijas cruzadas de la Iglesia, porque unos meses atrás estuvieron  todas delicadas de salud, pasando por momentos de dificultad económica, nos hicimos presentes con víveres y también con visitas atendiendo a su salud, prestando en ocaciones servicios de enfermería. También hemos visitado y ofrecido nuestros servicios de enfermería a las hermanas Del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, es una oportunidad que el Señor nos brinda, para poder darle a Él, el honor y la Gloria.

Todas las experiencias de vida de la comunidad noviciado, contribuyen a la formación no solo de las jóvenes sino de cada hermana que hace parte de la comunidad, nos vamos configurando cada día con aquel que nos ha llamado: Cristo el Señor

Estamos agradecidas porque el Señor se manifiesta en la vida de la Comunidad Noviciado Nuestra Señora de la Consolación.

(Noviciado MAR Bogotá)