Cabría preguntarse: ¿Donde quedó mi alegría? Es un buen examen de conciencia para muchos de nosotros, más aún, cuando se disfruta del rostro de un pequeño que sonríe con algo tan simple como es compartir tu tiempo, sí, nuestro tiempo que pasa tan de prisa y que, a veces, olvidamos que todos tenemos un niño por dentro. Por eso nuestro Señor nos recuerda buscar siempre ahí donde lo dejamos en «pausa» y reavivar ese pedacito de cielo que el mismo Dios puso dentro del corazón.

La fiesta de Reyes, como se conoce en Cuba y en varias partes del mundo, es una tradición que, por desgracia, ha sido lacerada junto con tantas otras. Cuentan los mayores que antiguamente se vivía esa alegría desde la perspectiva del consumismo y a veces creemos que todo murió. Ahí es donde la fe juega un papel importantísimo en nuestro tiempo. Con poco se puede transportar a un pequeño a un mundo de fantasía del cual nosotros somos culpables, en parte, que haya desaparecido.

No siempre necesitamos regalos caros, dulces finos, hermosas decoraciones. Lo que sí necesitamos es el deseo y la voluntad de hacer. Jesús nos recuerda: *_«si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible» Mt 17:20.

Celebrar la vida se hace ahora, hoy. Si esperamos tiempos mejores demoramos el plan de Dios para ti y para el mundo. «Pintarse la cara, color esperanza» depende de ti y no de la escasez y la falta de cosas materiales. La Iglesia te brinda espacios que pocos aprovechan. Seamos capaces de invitar sin miedo a una negativa y ser parte de ese amor que solo Cristo da.

Hoy ha sido un día lindo en la Parroquia de Morón. Entre juegos, bailes y canciones, disfraces, escenificación de la llegada de los Reyes del Oriente a ver al Niño Dios y un compartir fraterno, más de 80 niños y adolescentes quedaron prendados de felicidad.

Busquemos las vías que siempre ayuden a nuestros niños a ser mejores y ver en sus rostros _la sonrisa que es la curva que todo endereza.

Comunidad de Morón. Cuba