TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO 

El evangelio del miércoles de la 2ª semana de pascua Jn 3, 16-21 nos dice: *Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo… Cristo es el gran signo del amor de Dios a la humanidad, por ese amor se encarnó y le llevó a darnos lo que más quería: su Hijo. La finalidad:» Para que no perezca ninguno de los que creen en él». Este es el gran núcleo de la buena nueva: Dios ama al hombre.

Necesitamos caer en la cuenta de que formamos parte de este mundo al que Dios tanto ama. Ayúdanos, Señor, a vivir agradecidas y confiadas por tanto amor recibido, que sepamos descubrirte en todo lo que nos ocurre. Gracias, Padre, por tu amor gratuito, generoso, por el que nos diste a tu Hijo para que todos nos salvemos. Todo comienza por el amor de Dios.
Al sentirnos miradas con amor, esto nos debe llevar al amor a los hermanos porque todos somos hijos del mismo Padre Dios, que nos ha querido hablar de muchas maneras, para expresamos su amor, pero lo ha hecho de forma definitiva en Jesús. Dios es amor que contagia, a nosotros nos toca dejarnos contagiar, dejarnos amar incondicionalmente.
El evangelios de Juan quiere resaltar la libertad. Dios quiere que el ser humano decida. Junto a la libertad la responsabilidad.

Dios no envía a su Hijo para condenar, sino para dar la vida por los amigos. Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Algo que debemos tener en cuenta es que el objeto del amor de Dios fue el «mundo». Esto subraya la grandeza de este amor, que abraza al mundo entero, es decir, que abarca a la totalidad del género humano. No hay persona que quede fuera del amor de Dios por más bajo que haya caído.
Dios quiere salvarnos, pero exige nuestra colaboración. Nos deja libres para tomar o rechazar su don. En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados». 1 Jn 4.10
¿Cómo podemos comprender que tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único? ¿Cómo experimentar el tanto amor que Dios nos tiene? La respuesta es: Todo lo que hace Dios es por amor, todo lo que sale de sus manos es fruto de su amor, porque Dios solo sabe amar. Ayúdanos, Señor, a saborear, a gozar la alegría profunda de sabernos amados por ti con tanta desmesura. Quiero terminar estas palabras diciendo: ¡gracias, Señor!

Hna. Pilar Pretel