NO ES FÁCIL DESPRENDERSE DE LOS HIJOS…

¡Y MENOS SI SON HIJOS ÚNICOS!

«Yo como madre ya intuía la vocación de mi hija así que no me sorprendió cuando ella me lo dijo, doy gracias a Dios por su vocación, por haberla elegido para consagrar su vida solo a Él, agradezco también ese “SI” de ella a ese llamado, no es sólo una entrega de ella a ese Dios que la abraza, también es un sí de los padres y de toda la familia que se regocija en esa entrega.

Para mí fue y es muy fácil aceptar su vocación porque vengo de una familia cristiana practicante y como ser humano que soy, también anduve por los abismos alejada de Dios y llegado el momento tuve que elegir y decidir que quería para mi hija, ahí fue cual hijo prodigo que volví a los brazos del padre y me dije, “quiero una educación cristiana para ella” y fue una gran decisión y un compromiso casi de por vida, porque me implicaba primero educarla con el ejemplo y después enriquecerla con la palabra, yo puse las ganas y Dios hizo el resto.

Sé que para algunos padres no es fácil desprenderse de los hijos y menos si son hijos únicos! o porque ya tenemos hecho un proyecto para sus vidas o simplemente porque no podemos vivir sin ellos, pero debemos aceptar que no son nuestros hijos, que Dios nos los prestó sólo por un tiempo para que los preparemos para la vida, ellos son seres individuales e independientes y como todos! destinados a ser felices!!! Y si vemos que son felices con lo que están haciendo! Que felicidad más grande puede tener un padre que ver feliz a su hijo!!, si lo amas realmente debes apoyarlo en su proyecto de vida, sea cual fuere, siempre que esté presente la voluntad de Dios!!!, y como sé yo si esa es su voluntad? Porque los vemos felices!

Una amiga me preguntó una vez, como podía soportar que mi hija estuviera lejos, como podía seguir con mi vida y ser feliz?, yo le contesté… me aferro a la vida, ella está viva!! Y es feliz!!, eso para mí es suficiente, qué más puedo pedir?

Además, yo que vengo de una familia muy pequeña puedo decir que gané una gran familia!!, porque siempre las hermanas me han recibido y tratado como una más de esa gran familia que es la congregación.

Uy!! Pareciera que soy muy fuerte! Que no la extraño? Que no es imprescindible para mi vida?!! Ja ja, si lo es!!, la extraño con todo mi corazón, pero ella para mí es como el viento, no puedo verla pero está siempre presente y la siento!!.

Cada día elevo una oración por ella y por todos los consagrados para que el Dios de la vida les de las fuerzas para que puedan serle siempre fiel.»