Hoy la Congregación de Misioneras Agustinas Recoletas celebra el 52 aniversario de la pascua de Madre Esperanza Ayerbe de la Cruz, cofundadora de la Congregación.

Su testimonio de vida nos anima a vivir el seguimiento radical de Cristo desde el amor, ella lo experimentó como “su UNICO AMOR”, el verdadero amor. 

Como discípula escuchó al Maestro que la invitó a “tomar su cruz y seguirlo”; es así que nos enseñó que: “Sólo el corazón que ha amado y sufrido, es rico como el mar y grande como el mundo”

Reconocemos la obra de Dios en nuestra querida Madre Esperanza, quien amó tanto que irradió a Cristo en su vida y hoy nos invita a “ser llamas que enciendan infinitas hogueras”: queremos ser luz en la noche de cada hombre”

¡Qué feliz me siento de ser misionera…!