Ecos de la semana vocacional

Las Gabias-Granada

Hablar del 23 de mayo en nuestra familia congregacional, es hablar y contemplar la vida de nuestra M. Esperanza Ayerbe de la Cruz, pues en una fecha como ésta en el año 1967 lleva a culmen la respuesta al Señor que desde su juventud ofreció: ser toda de Él desde el abandono confiado.  Además, hablar del 23 de mayo  es disponerse a realizar el ejercicio de la memoria agradecida por cada sí renovado, en el día a día de cada una de las hermanas Misioneras Agustinas Recoletas; así mismo, de manera muy especial, hablar del 23 de mayo es considerar la fuerte llamada de orar agradecida y esperanzada por las vocaciones en la Iglesia y por las que el Señor nos confía como Congregación.

Este año como comunidad, hemos tenido la oportunidad de vivir tal fecha con alegría y disposición; ayudadas y acompañadas por el material litúrgico proporcionado por el Secretariado de Pastoral Vocacional hemos orado y reflexionado el acto amoroso de Dios que llama y envía.  Además, en comunión con los hermanos del pueblo de las Gabias hemos orado e intercedido por las diferentes vocaciones por medio de los rosarios vocacionales y de manera más hermosa en la comunión de Jesús Eucaristía el día 25 de mayo.

En tal Eucaristía, D. José Miguel Moreno, reflexionando sobre la llamada vocacional de Samuel, animaba e invitada a todos a considerar la situación actual de los jóvenes, los ruidos que hacen menos clara la llamada de Dios; así mismo exhortaba a considerar el ejemplo de Elí que orienta al joven Samuel al Señor como modelo para todos los que de una u otra manera hemos reconocido su amor en nuestras vidas, es decir, el compromiso de oración por la vocación permanente, también va unido a la orientación de los llamados al Señor de manera sencilla y testimoniante.

Así pues, agradecemos la experiencia del 23 de mayo como oportunidad para afianzar la oración y compromiso ante los jóvenes de nuestro hoy. Tanto para quienes ya estamos viviendo en respuesta continua a la llamada del Señor, como para aquellos que están siendo llamados, la invitación del Papa Francisco nos ilumina el caminar: “Tú también necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión.  Inténtalo escuchando a Dios en la oración y reconociendo los signos que él te da.  Pregúntale siempre al Espíritu qué espera Jesús de ti en cada momento de tu existencia y en cada opción que debas tomar, para discernir el lugar que eso ocupa en tu propia misión” (GE 23).

Os compartimos algunas fotos y nos comprometemos a orar mutuamente por el fortalecimiento de nuestra vocación.

Comunidad de las Gabias