CONMEMORACIÓN DE LOS 40 AÑOS DE LA RESTAURACIÓN

DE LA IGLESIA Y CONVENTO DE LA MERCED

Santiago de Cali, mayo 10 de 1978 – mayo 10 de 2018.

 El 9 de noviembre de 1972, el doctor Alfonso Bonilla Aragón, entoncesDirector ejecutivo de la Unidad de Acción Vallecaucana, se dirigía a la señora María Teresa de Roux de Carvajal en los siguientes términos:

“Como es hecho de público conocimiento, el Convento de La Merced está amenazado de ruina. Es tan precaria su situación que de no hacerse algo, y que es de suma urgencia, muchos de sus tramos se caerán en breve…”

“El señor Alcalde (en ese entonces Carlos Holguín Sardi), ha aceptado constituir una Junta que se consagre a la restauración. Y habiendo considerado su nombre con el de otras personas que aman a Cali y que pueden lograr movilizar a las gentes capaces de ayudar en esta plausible campaña, me consideró que consultara su aceptación. Es éste el motivo de esta carta”…

Poco más de un mes después, el Alcalde firmaba el decreto 1421 por el cual se creaba el “Comité cívico pro restauración de la Iglesia de La Merced” con 18 integrantes.

El 29 de marzo de 1973, doña María Teresa renunciaba al proyecto por primera vez (acto que repetiría varias veces sin éxito), no obstante, no se hace efectiva esta renuncia, y el 26 de abril se concede la Personería Jurídica Eclesiástica a la Junta, con ella como Presidente, y en noviembre 23, la Personería Jurídica otorgada por la Gobernación del Valle.

Con enormes esfuerzos, se logra en febrero de 1975 la declaratoria de Monumento Nacional para la Iglesia y el Convento de La Merced, y el 29 de junio de ese mismo año, se anuncia la vinculación del Banco Popular al proyecto, hecho que lo salva definitivamente y le da el impulso final para su ejecución.

A principios de 1976, la Comunidad de Misioneras Agustinas Recoletas, en un acto de responsabilidad, generosidad y desprendimiento, no suficientemente reconocido; vende una parte del convento al Banco y posteriormente, se ponen en marcha las tan esperadas labores de restauración.

Dos años después, un miércoles 10 de mayo de 1978, son entregadas oficialmente las obras, que le devolvieron a la ciudad su joya histórica más preciada, el testimonio arquitectónico más antiguo, el primer convento, la primera iglesia de Cali; salvada de un destino que seis años antes presagiaba su ruina.

Hoy recordamos y agradecemos a las personas que conformaron la Junta que finalmente sacó adelante el proyecto:

María Teresa de Roux de Carvajal, Jorge Herrera Barona, Alfonso Holguín Beplat, Jorge Ernesto Holguín Beplat, Evelyn Borrowes de Caicedo, Cecilia Caicedo de Eder, José Vicente Borrero Vernaza, Carmen Elena Borrero de Borrero, Jaime Correa, Francisco Moreno, Alberto León Betancourt, Manuel Castro, el arquitecto José Luis Giraldo Jaramillo y la Hna. Saturia Paredes Chávez; y por supuesto a todos aquellos que directa o indirectamente apoyaron la iniciativa.

Pero, fundamentalmente agradecemos a Dios, ejemplo de amor, ese motor que movió la obra; bien fuera por la Virgen de los Remedios, o por la Virgen de la Merced, o por la ciudad de Cali y sus tradiciones, por el patrimonio cultural o simplemente por apoyar causas cívicas; ese Dios que, por amor nos dio a su Hijo único y que a su vez, por amor, se entregó por nosotros; ese amor de su Madre que lo llevó en su seno, lo acompañó hasta su muerte y a quien, por amor, los frailes de su Orden de La Merced le dedicaron ésta, su casa, en el sitio mismo donde nació la ciudad.

Hoy, cuatro décadas después, esta obra, fruto del amor, sigue en pie; el Convento, la Iglesia y los Museos siguen funcionando y prestando sus servicios; la ciudad sigue creciendo y el mundo avanzando, y frente a la cultura actual del descarte, del desprecio por la vida, las tradiciones y el patrimonio cultural; La Merced sigue siendo testimonio de que el amor todo lo puede, todo lo vence, y es prueba fehaciente de que, como nos dice San Agustín: “Mientras haya ganas de luchar, hay esperanzas de vencer”

Gracias por su asistencia y dispongámonos a agradecerle a Dios…

Alejandro Archila Castaño