Palabras de la Hermana Nieves María Castro Pertíñez, mar,  superiora general, en el 75 aniversario de presencia MAR en el pueblo de Las Gabias. Dicho acontecimiento fue celebrado el pasado 17 de noviembre de 2018.

Querido pueblo de Las Gabias:

Contemplar la historia es una gracia que nos concede el Espíritu Santo para comprender el amor de Dios por su pueblo.

La Congregación de Misioneras Agustinas Recoletas nos regocijamos al escuchar cómo brota la inspiración de Dios en nuestras fundadoras. El folleto Nº 7 de la historia de la Congregación nos narra que a las fundadoras, “en los ratos de diálogo entre ellas y Dios, les surge una idea: necesitamos otra casa a donde poder volar.  Como primera medida nos pusieron a rezar.  ¡Tenemos que arrancar a Dios otro “milagro”, mayor, si cabe, que el de procurarnos el alimento de cada día”!

La respuesta no se hizo esperar, ¡llega la invitación a fundar en Andalucía! Una casa por tierra de Granada, en Gabia la Grande, pueblo próximo a la ciudad. Las Hijas de la Caridad dejan un asilo y nos piden vayamos allí.

El día 4 de octubre emprenden viaje, Sor Carmela Ruíz y sor Juanita(Trinidad) Iparraguirre, recién profesa; salen con una maleta mediana. ¡Dios bendito! ¡Y qué poco se necesita cuando el interés principal es la gloria de Dios!

La fundación, como toda obra de Dios, tuvo sus pequeños y grandes sufrimientos.Narra la historia, de la que hoy damos testimonio, que las recibieron con gran cariño. Las jóvenes abiertas y alegres las buscaron para hacer amistad y dispuestas a colaborar.

Hoy solo podemos todos elevar una alabanza de acción de gracias a Nuestro Padre del Cielo por la obra que se inició hace 75 años.La semilla se sembró en una tierra fértil y ya ha dado frutos (muchas vocaciones misioneras) y familias de profundas raíces de fe, gente hermosa y buena. Esta misma tierra requiere ser abonada, para que se siga sembrando y la cosecha de misioneros y misioneras sea abundante.

El diamante es piedra preciosa bella y fuerte. Así es el Evangelio en nuestra vida, un tesoro de gran valor, que con el paso de los años se mantiene intacto.  Gracias hermanos y hermanas por brindarnos tanto amor a las Misioneras Agustinas Recoletas, vasijas frágiles que llevan ese tesoro. Ponemos en el corazón del Señor y de Ntra. Sra. La Virgen de las Nieves, así como en los primeros años, nuestras plegarias y sueños de misión.