Antecedentes:

En una Asamblea de la CLAR, Bogotá, Colombia, me presentaron una persona de Ecuador que me preguntó si yo conocía la hermana Cleusa. Hablamos lo necesario y al final intercambiamos direcciones de correo electrónico. Tiempo después llega un mensaje preguntando si la Congregación autorizaba hacer un documental sobre la Hermana Cleusa. Después de hablar con la superiora general, la respuesta fue positiva “…desde  que no nos pida mucho dinero… somos pobres…” Posteriormente el director de la Verbo Filmes pide el nombre de una hermana,  como referencia en Brasil   y  se le indica. De ahí en adelante   manos a la obra: hacer contactos, programar y realizar… Para la grabación del documental, el padre Cireneu Kuhn con sus colaboradores  viajó a Espíritu Santo, cuna de la hermana Cleusa, donde habló con familiares, personas del Grupo Ecuménico, parroquia donde trabajó, hermanas de la Congregación, frailes OAR, iglesia  dondefue bautizada.  Fueron también a Lábrea, estuvieron en la aldea de los apurinã, en el río Paciá,  en el lugar  donde murió martirizada, y otros. Entrevistaron a indígenas, hansenianos y otras personas que la conocieron. Fue esta última región, la amazónica la que más les impresionó a ellos.  Una vez terminada la grabación (de unas diez horas en cinta) en principio,el padre Cireneu la organiza para un tiempo de 30 minutos;  después, por otras razones, se redujo a 20 minutos.  La hizo no solo como alguien que conoce la técnica cinematográfica, sino además, como conocedor de Cleusa, pues a los pocos minutos, dejaba estampada la identidad de Cleusa como MAR. Puedes ver en YouTube conmovedores testimonios…Una pena que en la versión  en español,  se recortaron algunas cosas!…

 Josefina Casagrande, mar

 

Río Paciá: Lugar donde se encontró la canoa y el cuerpo de la Hna. Cleusa.

A continuación el testimonio del Padre Cireneu, director de la Verbo Filmes:

 “Cleusa sigue viva en el alma de los ‘apurinã’ -pueblo indígena del Amazonas-, en el corazón de los leprosos, en el camino cotidiano de las comunidades. Su mística es comparable a la de los grandes santos…”

“Recorrer los caminos de la hermana Cleusa, para el documental, fue una experiencia emocionante”, “Los testimonios de quienes la conocieron me hicieron creer que estaba ante un trabajo que merecía por mi parte una dedicación especial”.

 “Durante la edición al menos dos veces recuerdo que me salieron lágrimas, que eran de emoción por tener el privilegio de hacer un trabajo como este…” “…Quedó en mí el desafío de continuar buscando personas como Cleusa, que sirven de inspiración para mi vida y para la de todos aquellos que puedan ver un día cualquiera de estos documentales”.

 “No conocía Lábrea. Los días que estuve allí pude sentir de cerca las precarias condiciones en que vive la población, principalmente en lo que respecta al saneamiento básico”.

“Aún estamos muy lejos de la sociedad soñada por la hermana Cleusa, una sociedad de inclusión de los pobres, en la que se comparte y es real la justicia social”