El jueves 23 de enero, fray Manuel Antonio Flores llega a la comunidad M.A.R en Querétaro, listo para viajar el viernes por la mañana a Ahuacatlán con algunos jóvenes que participarán en la peregrinación. Arribamos a Ahuacatlán a la 1 de la tarde, donde celebramos una misa con las monjas, disfrutamos de un almuerzo y luego regresamos a Querétaro para preparar la peregrinación. Llegamos a Querétaro casi a las 7:30 de la noche, y mientras esperábamos la llegada de los postulantes y vocacionales de México, nos reunimos para cenar algo preparado por el grupo de fray David Molina O.A.R.
Después de cenar y recibir algunas orientaciones, partimos hacia el Cubilete. Todos estaban un poco preocupados por el desvelo y el cansancio de la subida, pero fue una experiencia sorprendente e inolvidable. Damos gracias a Dios por tantos jóvenes y la esperanza que se percibía en el ambiente. Subimos, celebramos, comimos y luego descendimos, ya que todavía quedaba el domingo. Regresamos a las 7:30 de la noche, cenamos y todos se prepararon para dormir, pues las actividades aún no habían terminado.
Las chicas y dos postulantes de O.A.R. tuvieron que pasar la noche en la casa de las M.A.R. A las 8:30, fray Manuel Antonio ya estaba en la casa de las M.A.R. para desayunar, rezar, reflexionar y hacer un recorrido por el colegio Fray Luis de León y las instalaciones de la comunidad PIO X. Los jóvenes disfrutaron mucho de la conversación con los frailes mayores. Finalmente, juntamos todas las mochilas, buscamos algo para comer durante el trayecto, subimos al carro y cada grupo regresó a su hogar. Llegamos a Ahuacatlán casi a las 8 de la noche, donde los padres y tíos de los chicos nos esperaban con una comida, mientras fray Manuel Antonio se preparaba para celebrar la misa con las monjas Agustinas Recoletas que ya lo estaban esperando.