MES MISIONERO EN QUITO

 

Octubre es un mes de profundo significado para la Iglesia Católica y, de manera especial, para nuestra Congregación de Misioneras Agustinas Recoletas. Durante este tiempo, la Iglesia celebra el «Mes de las Misiones», un llamado a reavivar el compromiso cristiano de llevar el mensaje del Evangelio a todas las naciones. Para nosotras, las Misioneras Agustinas Recoletas, este mes también marca un momento significativo al recordar a nuestro fundador, Mons. Francisco Javier Ochoa, en su consagración episcopal. Su misión y legado de amor y servicio incondicional nos inspiran a continuar nuestra labor evangelizadora.

En el Colegio “Virgen del Consuelo” de Quito, Ecuador, vivimos este mes con un espíritu misionero renovado, llevando a cabo diversas actividades para sembrar en nuestros estudiantes, docentes y familias el deseo de colaborar con el trabajo misionero, ya sea a través de oraciones, donativos o acciones concretas.

Actividades que Inspiran

Cada mañana, durante la oración diaria, compartimos historias de vida y testimonios de misioneros. Muchos de ellos entregaron su vida por el Evangelio, mientras que otros siguen trabajando con alegría en los lugares donde Dios los ha llamado. Estas reflexiones diarias no solo informaron, sino que también motivaron a nuestra comunidad a reflexionar sobre su propio compromiso misionero.

Uno de los momentos más creativos fue la elaboración de alcancías. Desde los más pequeños hasta los jóvenes de bachillerato, cada estudiante diseñó su propia alcancía, que luego utilizaron para recoger donativos entre sus familiares y conocidos. Esta actividad fomentó un espíritu de solidaridad y generosidad.

El martes 29 de octubre, clausuramos el mes misionero con una charla dirigida a cada subnivel educativo: primaria, secundaria y bachillerato. En estas sesiones, explicamos el significado del DOMUND y destacamos la vida y obra de Mons. Francisco Javier Ochoa, nuestro fundador. Además, los estudiantes realizaron una manualidad significativa: recortaron y colorearon unas manos con un corazón en el centro que decía «Corazón Misionero». En los dedos de estas manos colocaron las banderas de los países donde nuestra Congregación y la Orden están presentes.

Un Rosario Misionero: Unión en la Fe

El 30 de octubre, en el patio del colegio, celebramos un hermoso rosario misionero. Con cantos y oraciones llenos de entusiasmo, los niños y jóvenes presentaron sus manos decoradas mientras se rezaba cada misterio. Como gesto final, formaron un gran corazón en el centro del rosario con las alcancías, ofreciendo sus donativos con la certeza de que estaban ayudando a los misioneros a llevar esperanza al mundo.

Reafirmando Nuestra Vocación Misionera

Para nosotras, las Misioneras Agustinas Recoletas, octubre es más que un mes de actividades; es una oportunidad para renovar nuestro compromiso con la evangelización. Desde nuestra fundación, llevamos en el corazón la vocación misionera de llevar el mensaje de Cristo a quienes más lo necesitan.

Siguiendo el ejemplo de nuestros fundadores, recordamos que la misión no tiene fronteras y que todos estamos llamados a ser testigos de fe, esperanza y amor en el mundo. Este mes misionero nos impulsa a revitalizar nuestro compromiso bautismal y religioso, conscientes de que nuestra misión no es solo una tarea, sino una entrega total de vida a Dios.

Con gratitud y entusiasmo, concluimos este mes misionero, animadas a seguir sembrando el Evangelio en cada rincón del mundo.

 

Comunidad MAR – Quito