El pasado día 8 de diciembre, en la capilla de nuestros padres agustinos recoletos de la curia provincial, en un acto protocolar, tuvo lugar la entrega de la provincia de san Agustín al gobierno general en presencia de la comunidad mar.
Después de las palabras de la hermana Nieves María Castro Pertíñez, y la promulgación de los Decretos de los nuevos nombramientos de Representante de la Superiora General, de Representante Legal y de Administradora, se hizo una entrega simbólica a través de unos cirios que una hermana, en representación de los objetivos de las comunidades, entregaba a su respectiva consejera.
A continuación presentamos las palabras dirigidas a la comunidad:
“Queridas hermanas nos hemos reunido esta tarde en este acto protocolar para vivir este paso histórico integrando la provincia de san Agustín a la nueva organización en presencia del nuevo gobierno general según lo emanado en la VI Determinación del XII capítulo general.
La provincia de san Agustín fue erigida el 31 de enero de 1992, según reza en el Decreto de erección con Prot. Nro. 33/92, expedido por la Hna. Saturia Paredes Chaves, vicaria general y Hna. Teresa de Jesús Castaño, Secretaria General.
Este primer gobierno provincial quedó constituido por las hermanas:
Deissy Leiva, superiora provincial,
Cecilia Castaño, primera consejera y vicaria,
Esla Gómez, segunda consejera,
Blanca E. Tapasco, tercera consejera y secretaria
Elvia Santa Valencia, cuarta consejera,
Lucía González, ecónoma provincial.
Así como los nombramientos de todo el cuerpo de superioras para las comunidades de la Residencia provincial y casa juniorado, del Convento de la Merced de Cali, Del colegio de Ntra. Sra. De la Consolación de Restrepo, De la casa noviciado Ntra. Sra. de la Consolación de Santa Fe de Bogotá, Del colegio de Ntra. Sra. de la Consolación de Cali, De la obra misional en Tauramena, Del Hospital Regional de Yopal, De la Normal Mixta de Monterrey, De la Casa del Vicariato de Yopal, De la Parroquia San Pablo Apóstol de Barranquilla, Del Santuario de Ntra. Sra. de las Mercedes de Pasto, de la Obra Fe y Alegría de Santafé de Bogotá, Del Internado Ntra. Sra. De la Consolación de Trinidad, así como se nombró maestra de novicias y maestra de junioras, como cargos inherentes a la formación inicial.
En 1994 se fundó la comunidad de Cochabamba-Perú, quedando anexada a la provincia.
Hacer memoria de este acontecimiento histórico de reestructuración en provincias es hacer memoria agradecida de la fecundidad misionera, agustina y recoleta de estos años de gracia y bendiciones para la congregación a través de esta provincia, con sus obras, apostolados, fraternidades y vida espiritual encarnada en cada una de las hermanas que durante estos años de vida en la provincia han hecho posible el sueño de Dios para la Iglesia, para su reino.
En estos momentos de revitalización y reestructuración, mirarnos en la historia, implica también reconocer, que somos menos, que tenemos menos obras y que hemos perdido presencias en zonas de misión.
Se trata de mirarnos para repensarnos; y repensarnos para tomar decisiones serias que impulsen nuestro carisma. Este ha sido el trabajo del equipo dinamizador que avalado por el capítulo general, presentó y ajustó una propuesta para nuestra revitalización y reestructuración. De aquí ha surgido esta nueva organización basada en un gobierno general con 7 consejeras que tratarán de dar respuesta a siete campos de misión, definidos en este momento coyuntural, como prioritarios.
Mirarnos para agradecer tantos dones recibidos durante estos 25 años de provincia es recordarnos que los dones de Dios no se pierden, se siembran y en algún momento saldrán los frutos que tal vez otros recibirán.
Nos queda proyectarnos hacia el futuro con esperanza, viviendo el presente como desafío. No lo tenemos todo hecho ni resuelto, mientras caminamos, construimos y para eso necesitamos vivir de convicciones profundas que broten del seguimiento a Cristo que nos llamó y nos amó primero, necesitamos vivir desde lo auténtico de nuestro carisma, potenciando lo que nos caracteriza a todos los niveles, configurándonos como comunidades misioneras significativas, aunque seamos minoría, que han centrado su vida en el único Dios y lo ofrecen al mundo como don. Pidamos al Señor continuamente, que nos muestre sus caminos para que la fidelidad a su voluntad sea siempre nuestro norte y nuestro reto”.
Nieves María Castro Pertíñez. mar
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