Trabajo de promoción vocacional en equipo

En este año 2014 agradecemos “al Señor de la mies” la oportunidad brindada por los Agustinos Recoletos de la Provincia de la Candelaria y en nombre propio a Fray Héctor Manuel Calderón Muñoz, Promotor Vocacional, quien nos ha brindado disponibilidad y apertura para juntos emprender este arduo y paciente camino de la Promoción Vocacional.

Hemos ido construyendo un trabajo en conjunto con laicos, con participación de: Las  Agustinas Recoletas de los enfermos, algunos jóvenes inquietos vocacionalmente y tres Misioneras Agustinas Recoletas de la Provincia de San Agustín (Irma, Jessica y Judith),  quienes hemos emprendido esta aventura de dar a conocer e iniciar Semilleros Vocacionales con los jóvenes que deseen seguir a Jesús en nuestra espiritualidad agustiniana.

Ya han pasado algunos meses desde mayo 31 cuando en la Casa Noviciado Ntra. Sra. de la Consolación en Bogotá, se inició un primer encuentro con jóvenes del Barrio Boyacá Real, en Bogotá,  quienes han manifestado su inquietud por conocer y trabajar un proyecto de Vida. Dichos encuentros tienen el nombre de Plan V, y su objetivo es brindar pautas para discernir ese querer de Dios en sus vidas.

Posteriormente se han organizado algunos encuentros periódicos con estos jóvenes, y con muchas expectativas hemos preparado sus temáticas, con el fin de iniciar un camino de motivación, esperando que dé frutos.

Paralelamente hemos estado visitando los colegios agustinianos en Bogotá, con el fin de crear y suscitar esta expectativa de Plan V, entre los chicos inquietos y deseosos de conocer el propósito de Dios en sus vidas.

Del el 1 al 4 de Septiembre, también nos aventuramos, (los tres promotores vocacionales: OAR, MAR Y ARE), a visitar tierras de Boyacá, como Ventaquemada, Puente  Boyacá, Siachoque, Soracá, Samacá, Salamanca y  Cucaita. Con la sencillez y acogida de Sacerdotes diocesanos, docentes, y estudiantes, compartimos algunos momentos en los que buscamos dejar este mensaje: “La felicidad es el proyecto de Dios para cada uno de sus hijos”, y quedamos con muchas expectativas y deseos de volver.

Confiando en el querer de Dios, continuamos con mucha esperanza y con el deseo de que el Señor siga suscitando jóvenes con la aspiración de seguirlo en nuestros carismas, que quieran compartir nuestra misión, y que juntos construyamos el plan de Vida que el “Señor de la mies” quiere, sueña y espera de nosotros…

Esta historia continuará…

María Judith Hernández J. MAR

Promotora vocacional

 

 

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